Entrada destacada

El reto de gratitud de 7 días

Este fue un reto de redes sociales, que consistía en dar gracias por tres razones durante 7 días. Dia 1 1. Doy gracias a Dios por mi vi...

sábado, 14 de diciembre de 2019

Yo marcho


Yo marcho porque la protesta pacífica es un derecho que tenemos los ciudadanos para expresar nuestra insatisfacción o desacuerdo y reclamar del gobierno solución para ellos. 
Marcho porque callar y aceptar significa cohonestar y permitir.
Marcho porque así como callamos hoy, callaron los cubanos y callaron los venezolanos.
Marcho como una expresión del futuro que quiero construir para mis hijos y mis nietos.
Marcho porque mientras las Farc vacacionan en Cuba, volvió la violencia al campo y la inseguridad a las mentes y los corazones.
Marcho porque nos están llevando a vivir la realidad de las ambiciones ajenas.
Marcho porque quiero medir si mi temor es compartido y buscar consensos que refuercen nuestra democracia.
Marcho porque estamos confiando un país a quien nos miente y nos traiciona.
Marcho porque quiero estar en paz con mi conciencia y porque quiero pensar y pretender que el gobierno nos escucha.
Marcho por ti, Colombia. Marcho por ti, familia. Marcho por la dignidad y el futuro de todos nosotros.

El reto de gratitud de 7 días

Este fue un reto de redes sociales, que consistía en dar gracias por tres razones durante 7 días.

Dia 1
1. Doy gracias a Dios por mi vida. El bien invaluable que recibí de mis padres y que cuidaron ellos por mi durante toda su existencia.
2. Doy gracias por mis padres; cada acto de sus vidas fue un acto de amor por sus hijos. No fue fácil abandonar un país que les era amable y familiar y desprenderse de todo lo querido para explorar nuevas culturas y nuevos destinos; pero esa visión y ese sacrificio inmenso, permitieron que tuviésemos una vida digna y libertad para elegir nuestros caminos. Doy gracias porque soñaron para mí un mundo grato y me enseñaron a construirlo. Porque me dieron las bases para un futuro cierto y me inculcaron el valor de la familia, del servicio y de la gratitud. Doy gracias porque pudieron conocer a sus nietos y dejar en ellos el mejor de los recuerdos. Doy gracias, en fin, por la certeza de haber recibido de ellos su mayor esfuerzo, de haber sido su mejor motivo y su más grande amor.
3. Doy gracias por mi único hermano. Fuimos amigos, enemigos, contendores, compinches, cómplices y rivales, ofensores y ofendidos. Pero crecer a su lado fue contar con aquello de lo cual yo carecía, fue tener quien espantara mis fantasmas; fue aprender nuevas formas de ver la vida y  tener un soporte y un apoyo incondicional; fue poder compartir la soledad de un país extraño y ajeno y recibir luego el regalo enorme de la nueva identidad colombiana  la cual disfrutamos, valoramos y agradecimos por siempre. Doy gracias por su vida, corta para mí pero seguramente suficiente para que el plan de Dios se cumpliera en ella. Doy gracias por todo lo que aprendí de su vida y de su muerte; por lo que me dejó y lo que se llevó con él. Por dejarme para siempre su recuerdo y por vivir al mismo tiempo de mi vida.

Dia 2:
1.       Doy gracias a Dios porque cada día de mi vida ha salido el sol y cada noche conté con las condiciones suficientes para el descanso; porque nunca faltó en mi mesa el pan y en mi casa el amor. Porque mi soledad es la que busco y mi compañía la que valoro. Porque veo, oigo, siento y aprendo. Porque te tengo cerca Señor y haces por mí lo que sola no soy capaz de hacer. Porque me has mostrado el camino y me has corregido el rumbo las veces que ha sido necesario. Porque cuando caí me levantaste y cuando me equivoqué me comprendiste. Doy gracias porque cada vez que te necesito, te manifiestas en un amigo, en el Evangelio, en un pensamiento y hasta en una canción. Te doy gracias porque me has bendecido también a través del dolor para que al conocerlo, me haga fuerte para luchar y humilde para aceptar. Te doy gracias, en fin, porque son tantas las razones, que este párrafo pudiera no terminar jamás.
2.       Doy gracias por mi salud y la salud de mi familia. Por la salud de mis amigos y la salud de mis vecinos. Por mi bienestar, por el bienestar de quienes están cerca de mí y por el bienestar de quienes no conozco. Por la paz de nuestros países; por la belleza y generosidad de la naturaleza. Por todo lo que poseo y por todo lo que carezco. Doy gracias por ser quien soy; por las familias a las que pertenezco y por los amigos que me acompañan. Por quienes me sirven y por las oportunidades que tengo para servir.
3.       Doy gracias por las veces que he logrado lo que quiero. Doy gracias por las veces que no logré lo que anhelé. Doy gracias porque me has permitido aprender que nada de lo que tengo me pertenece.

Día 3
1.       Doy gracias a Dios por mi esposo, firme compañero de dos tercios de mi vida. Doy gracias porque pudimos crecer y madurar cada uno en su camino y muchas veces en direcciones diferentes; doy gracias porque esos caminos tuvieron siempre sendas paralelas y puentes comunicantes y nos condujeron a un destino común y a un terreno familiar y gratificante. Durante 44 años hemos compartido penas y alegrías; angustias y sosiego, tranquilidad y sobresaltos. Hemos superado juntos los más difíciles momentos y hemos disfrutado las más bellas experiencias. Doy gracias por ello; por su apoyo y su confianza que me han permitido ser; por su aceptación de mis debilidades y su tolerancia con mis apegos. Por querer a mis padres, respetar nuestra relación y aceptar sus lunares. Porque suple mis carencias y minimiza mis defectos. Porque me permitió conocer el amor y vivirlo en toda su intensidad. Porque consintió mis caprichos y respetó mi individualidad; aceptó mis cambios y animó mis fantasías. Porque está aquí, a mi lado, refrendando la decisión que un día unió para siempre nuestros destinos.
2.       Doy gracias por la familia de Ari. La lejanía y escasez de mi familia me han hecho añorar y valorar su compañía; pero la vida, siempre generosa, me enseñó que una cuñada puede ser la mejor de las hermanas y me permitió compartir con ella la comprensión y el afecto que pude en algún momento, ambicionar. Doy gracias por mi suegro, ejemplo de ejemplos, quien hasta sus cien años nos dio lecciones de entereza, de bondad y  fortaleza y nos ratificó la importancia de la honestidad y del trabajo. Doy gracias por su madre, sus hermanos, tíos y primos quienes en algún momento de mi vida me dieron la mano, me apoyaron y me permitieron aprender valiosas lecciones de vida y de familia.
3.       Doy gracias por haber tenido la oportunidad de vivir en varias ciudades. Conocer y experimentar diferentes culturas enriquece el espíritu y amplía la perspectiva. La Habana, Miami, Barranca, Medellín, Santa Marta, Valledupar, Barranquilla y Bucaramanga han dejado alguna huella en mí y en mi familia.  Han estampado sus marcas  en mi acento, en mis gustos, en mis costumbres. Han aportado valiosos elementos a mi vida y me han regalado invaluables amistades. Suelo decir que soy una cubana de ninguna parte, pero tengo que reconocer y dar gracias por ser una cubano-colombiana de todas partes, cada una de ellas importante y enriquecedora.

 Dia 4
1.       Doy gracias por mi primer hijo. Llegó a mi vida cuando yo misma no había completado aún la transición de hija a madre. A mis 19 años fue un reto enorme aprender a hacerle a un ser vivo lo que solo había hecho con las muñecas. Pero en la liviandad de la adolescencia, lo disfruté y se me reveló en toda su grandeza la incondicionalidad del amor y la fuerza enorme de ese sentimiento. Ese pequeño bebé logró en mí el compromiso de vivir mi vida para que la suya fuese feliz. Y jamás pude cambiar ese propósito. Doy gracias porque Juan David recibió de Dios las cualidades que le permitieron aprovechar lo que sus padres pudimos brindarle en educación, valores y oportunidades. Fue un niño tranquilo, feliz, sano y hermoso y se ganó con facilidad el cariño de la gente. Doy gracias porque la elección de quienes fueron sus amigos más cercanos fue acertada; ellos son aún los mejores compañeros y se convirtieron en hijos adoptivos de nosotros. Doy gracias inmensas por su vida, por su bienestar, por todo lo que ha logrado, por sus sentimientos hermosos y verdaderos; por su integridad y su fortaleza. Por su humildad que hace que si sigo enumerando sus cualidades, me gane yo una buena reprimenda.
2.       Doy gracias por su esposa, Silvia, ni nuera favorita. Si se me hubiese pedido elegir la mujer para él, ella habría sido la escogida. Ha sido la mejor esposa, madre, nuera y amiga porque fue también la mejor hija y hermana. Doy gracias porque está llena de valores y porque es la más especial compañera para mi hijo. Doy gracias por su vida, por su bondad, por sus sentimientos, por su sabiduría, por su entereza, por su dulzura, por su firmeza y por su carácter. Nunca hizo un curso para ser madre pero sería candidata a un Nobel por ese concepto. Doy gracias porque mis nietos tienen la mejor guía y la mejor amiga que puedan tener.  Suelo decirle que no va a ser una buena suegra porque no sabe imaginar separarse de sus hijos pero ya sin broma, estoy segura de que sabrá manejar también ese desprendimiento para seguir haciendo felices a los suyos.
3.       Doy gracias por sus hijos: mis nietos Santiago y Felipe. Hace ya casi once años llegó Santi a darme las primeras lecciones para ser abuela. Nunca imaginé que no haría falta sino mirar ese bultico de carne para despertar todos los sentimientos y toda la energía necesaria para ejercer esa misión con lujo de detalles. Doy gracias porque ha sido un niño ejemplar, sano y feliz, disciplinado, inteligente, noble y bondadoso. Doy gracias por su amor que llena mi corazón de infinita felicidad. Doy gracias por su vida, por su presente y por su futuro.
   Cinco años después y ya con ansias de repetir la dulce experiencia, me regalaron mi segundo nieto Felipe. Ternura viva, amor desbordante, sensibilidad e inocencia. Su sonrisa hermosa ilumina el momento más tedioso y su abrazo espontáneo y amoroso es capaz de hacerme desear que ese instante no se termine jamás. Gracias por Felipe, gracias por su aporte inmenso a nuestra felicidad. Gracias infinitas a Dios por mis nietos que han renovado en mi vida mi mejor juventud.

Día 5
1.       Doy gracias a Dios por mi segunda hija, Silvia Lucía. Nos acompañó durante casi nueve años y aportó frescura, alegría y una luz inmensa a nuestro hogar. Su partida prematura nos costó gran parte de nuestra razón de vivir; doy gracias porque en el proceso de recuperarla aprendimos más de lo que habíamos aprendido en la vida entera y porque fue evidente para nosotros la magnitud del amor de Dios y su acompañamiento hacia la aceptación y el sosiego.
2.       Doy gracias por mi tercera hija, Bibiana. Si uno pudiera elegir cómo sería el desarrollo de sus hijos durante la niñez y la adolescencia, el modelo hubiese sido ella. Doy gracias porque fue madura desde que nació: supo imponer sus condiciones y tuvo un don especial para saber lo que estaba bien y lo que estaba mal. Su carácter definido y resuelto encubría a una niña tierna, amorosa, sensible, apegada a su familia, inteligente y disciplinada. Doy gracias porque criarla fue una aventura y un descubrir de cosas hermosas en su personalidad. Doy gracias porque siempre nos ha brindado satisfacciones; por su buen juicio y hermosos sentimientos. Porque sabe lo que quiere y cómo hacer para conseguirlo. Porque los caminos que elige son en línea recta y sabe hacia dónde la conducen. Doy gracias porque nos ha enseñado con su ejemplo el amor a los animales y el respeto a la naturaleza. Por su sensibilidad y su sabiduría. Por su autenticidad. Doy gracias a Dios por nuestra niña, por todo lo que nos ha brindado, por lo que nos ha enseñado, por su devoción y amor por sus hermanos. Por poder confiar en ella. Porque aportó un hijo más a nuestro hogar con Oscar, su esposo. Mi yerno favorito. Doy gracias por él, por su aporte a la felicidad de mi hija, por sus valores cristianos y familiares. Por su paciencia con la debilidad de Bibi: los animales. Doy gracias por su nobleza, su buen corazón y su responsabilidad. Doy gracias porque me ha permitido tener los mejores vecinos que hubiera podido imaginar. Doy gracias porque han formado una familia hermosa y porque como padres, serán por siempre el mejor ejemplo y la mejor compañía para sus hijos.
3.       Doy gracias a Dios por mis nietos Juan Andrés y Elena. Porque luego de llenar de ilusión y felicidad mi corazón de abuela con Santiago y Felipe, me regaló a Juan Andrés y me lo dejó cerquita, para que pudiera practicar con más frecuencia y no fuera a olvidar cómo se mete un gol o qué hay que hacer para poder volar como Superman y el Hombre Araña. Doy gracias por Juanchito;  por su amor tan sincero y tan hermoso por su “wiba”; porque modificó mis prioridades y le imprimió un nuevo sentido a mi rutina. Porque su corazón es más grande que su cuerpo. Doy gracias por su inocencia, que me llena de ternura y me permite diseñarle un mundo a su acomodo. Doy gracias porque cada día tengo una luz distinta en mi casa y por supuesto, un ruido nuevo. Porque volví a pisar juguetes a media noche, a dormir en el borde de la cama, a despertarme con unos deditos abriendo mis ojos para señalarme que ya es de día y debemos empezar a vivir. Doy gracias por Elena, mi niña nueva, mi muñequita. Doy gracias porque hizo realidad la mayor ilusión de su madre; por su personalidad definida, su originalidad, su inteligencia. Porque me recuerda tanto a Bibi cuando pequeña y me permite jugar a las muñecas con una de verdad. Doy gracias a Dios cuando me dice wibita, cuando me ayuda a preparar unas galletas o me pide que le cante diecisiete veces la misma canción.
Doy gracias porque los abrazos se multiplicaron en mi vida, porque los te quiero se hicieron frecuentes, porque la risa llenó de nuevo mis espacios.
Doy gracias porque cuando extraño a mis nietos, solo debo ir a la casa vecina y encontrarlos. Y porque es un deleite ver en sus caritas y sentir en sus saludos la alegría de una visita apetecida.



Día 6
1.       Doy gracias infinitas por mi cuarto hijo.  Carlos Andrés se coló en nuestras vidas como un enviado de Dios con una misión inmensa para su pequeña vida:  evitar el derrumbe emocional de nuestra familia. El Señor lo dotó de todas las cualidades para realizar su ardua tarea: fue un niño alegre, carismático, extrovertido, amoroso, musical, creativo.  Sólo con mirarlo, mi corazón herido de muerte le hallaba un nuevo sentido a la existencia. Y a medida que fue creciendo, la vida cobró un nuevo aliento y volvimos a reír, volvimos a creer, volvimos a confiar. Doy gracias por su vida oportuna, por su bella sonrisa, por su alegría, por los sonidos de su acordeón. Doy gracias porque con él vivimos experiencias inéditas, vergüenzas pasajeras y angustias infundadas; porque no sabíamos que traía todo el montaje para triunfar y hacerse el dueño de su destino y de su suerte y hoy doy gracias a Dios por ello. Doy gracias porque la casa se transforma con su presencia y se ensombrece con su partida; porque sus alegrías son nuestras alegrías y sus conquistas nuestras victorias. Doy GRACIAS también, con mayúscula y negrilla, porque el regalo de su vida nos fue otorgado por segunda vez. Porque El Señor sabía que su misión seguía vigente y su vida nos era indispensable para vivir. Doy gracias porque para el cabo, el mundo cabe en su bolsillo y los amigos todos en su corazón. Porque es solidario y comprometido, generoso y juguetón. Doy gracias por sus amigos, que nos han demostrado su generosidad y cariño cuando los necesitamos para él. Doy gracias porque en su futuro debe haber una buena compañera, hermosa como el, que complemente su destino y amplíe nuestra familia. Doy gracias por la felicidad, la salud y la abundancia que le acompañarán por siempre y harán que perduren su luz y su sonrisa.
2.        Doy gracias por mis amig@s. En cada ciudad, en cada episodio y en cada necesidad, un@ amig@ ha hecho parte de mi historia. Recordé siempre a mi amiga de kínder en en La Habana, Judy Labrada a quien nunca volví a ver; a  Mayra Tuchman, amiga de los primeros años elementales en Miami de quien tampoco supe nada jamás. Doy gracias a Dios porque, a pesar de lo duro del cambio en ese primer año en Barrancabermeja, muchos de los afectos que allí encontré, han perdurado hasta estos días.  A Medellín llegué de nuevo huérfana de amigas y con las cicatrices de tantas pérdidas en el corazón. El internado propiciaba la convivencia y poco a poco fui encontrando el encanto en la diversidad de culturas y en la bondadosa acogida que muchas me brindaron. Al abandonar el colegio volví a perder muchas de aquellas queridas amigas que hoy gracias al Facebook, he vuelto a encontrar. Luego de casada seguí agregando gratitud y aprecios a mi corazón durante mis años en Valledupar, en Santa Marta y en Barranquilla. Cuando llegaba a cada ciudad, inquieta por un nuevo comienzo y deseosa de conquistar ese mundo ajeno una vez más, encontraba que ya Dios había hecho la tarea por mí; doy gracias porque nunca me faltó una mano tendida, un hombro dispuesto y una gentil tutoría que me señalara el rumbo a seguir. Finalmente Bucaramanga me brindó la estabilidad y nuevos afectos que ya en esta fase de mi vida se valoran infinitamente. Doy gracias también por aquellos amig@s que ya se despidieron para siempre. En cada uno de ellos encontré algo especial y les recuerdo con mucho cariño  y mucha nostalgia. Doy gracias a Dios porque así, durante gran parte de mi vida, fui conociendo, queriendo, perdiendo y volviendo a encontrar a muchas personas valiosas a quienes debo seguramente más cosas de las que puedo recordar. Doy  de nuevo gracias inmensas de corazón porque en la sabiduría infinita de Dios, me ha proporcionado exactamente lo que he necesitado en cada momento, en cada edad y en cada circunstancia.
3.       Doy gracias por todas esas amigas y amigos que asidua y generosamente toman de su tiempo para leer este reto diario y dejarme tan lindos comentarios. Doy gracias por ellos porque me recuerdan que están ahí, prestos a un abrazo, a una sonrisa, a una expresión de cariño. Porque hacen evidente su interés por los demás. Porque me demuestran que la soledad es una elección y que si un día necesito un aliciente o una sonrisa, puedo encontrarla a cada paso del camino. Porque ratifican que este país es mi país y esta gente mi familia.


Dia 7
1.       Doy gracias por Central Motor. Un día hace 21 años y 10 meses acepté el reto de formar parte de un proyecto que, como todo en mi vida, me llegaba desde donde llegan las cosas que están destinadas para uno. No diferenciaba yo un auto de otro, no sabía nada de lo que hubiese debido saber para enfrentar el desafío de introducir a mi ciudad una marca que en ese momento era exótica de un país lejano y misterioso. Pero con entusiasmo asumí la tarea y pronto pude comprobar que una vez más tenía el mejor socio que uno puede tener y Él se ocupaba por mí de que el resultado fuera mi recompensa. Muchas veces me he asombrado de realizaciones que no son mías, de retos que no me quedaron grandes; me doy cuenta entonces, una vez más, quién es el que está a cargo. Gracias doy Señor, por Ti. 

2.       Doy gracias por el grupo humano de Central Motor. Especialmente por aquellos que me acompañan con fidelidad desde hace 20 años. Ellos hicieron de mi proyecto su compromiso y de mi  compromiso su tarea diaria. Doy gracias a ellos y por ellos. Doy gracias porque facilitaron siempre mi labor, por las veces que me asistieron y me animaron; porque han velado por esta compañía y han acompañado su evolución. Porque son solidarios con los objetivos y han sido gestores de sus resultados. Porque somos una familia donde reina el cariño, el respeto, la solidaridad; una familia que tiene metas comunes y que comparte los logros y las satisfacciones. Doy gracias por tanto vivido y tanto aprendido a través de los triunfos y los fracasos. Doy gracias por los proveedores; por los clientes, los fabricantes e importadores. Doy gracias por la competencia, porque trabajando en un marco ético y responsable, nos permiten crecer en experiencia y en oportunidades. Doy gracias a ti Señor porque ésta ha sido una bendición más a mi vida y porque me ha permitido ofrecer trabajo y contribuir en mínima medida, con la sociedad.
3.       Llegamos al final del reto y siento que no pude hacer una buena elección de todos los motivos que  tengo para agradecer. Mi bolsa sigue llena… y cada día crece un poquito más… los motivos siguen llegando sin parar. Debo  entonces dar gracias por esos tantos motivos, por las mil y una razones que han llenado mi corazón de gratitud. Doy gracias por esta bendición que valoro en lo que vale y que quisiera extender a mi familia, mis amigos, mis empleados, mis clientes, mis coterráneos, mis paisanos, mis adversarios… a toda la humanidad.




Doy gracias por lo que soy, por lo que sé y por lo que no soy. Doy gracias porque hoy entiendo que soy lo que necesito en la vida para completar mi proyecto y cumplir mi misión. Porque nada me sobra y nada me falta. Porque el día a día me fue formando y me fue retocando exactamente como lo necesité. Gracias Señor porque soy tu propuesta, soy tu minuta, soy tu maqueta. Gracias por tu guía siempre sabia, por tu apoyo siempre generoso; gracias por enseñarme lo que es el amor verdadero y el perdón compasivo. Gracias por todos los recursos que me has facilitado y por las oportunidades que me has presentado. Por todas las veces que te necesité y te encontré y porque me enseñaste a encontrarte también en el silencio. Gracias por tu benevolencia, por tu amor, por tu bondad. Sólo espero no defraudarte y no ser inferior al plan que has diseñado para mí.


Doy gracias por cada segundo del día de hoy. Porque cada uno de ellos me pone de manifiesto tu infinita misericordia. Porque cada uno de ellos es una nueva oportunidad para cumplirte. Porque cada uno de ellos me permite la oportunidad de superarme. Gracias por los retos del día y por permitirme superarlos. Gracias por tanto Padre eterno.

Raúl Castro en Cartagena


El recibimiento y protocolos rendidos a Raúl Castro en Cartagena me hicieron revivir conocidos sentimientos de no pertenencia que ya estaba cerca de superar. Yo entiendo y acepto la brecha generacional y las innovaciones que ella trae consigo. Soy consciente de los cambios que aporta la evolución natural y me considero bastante liberal en mis apreciaciones. Pero no sé dónde ubicar en mi escala de valores la experiencia de ver a asesinos, narcotraficantes, represores y terroristas recibiendo honores y rodeados de símbolos de paz y de esperanza en mi país. Tanto han cambiado las cosas? qué estamos mostrando a nuestra juventud? No niego que un reconocimiento de haber equivocado el camino y la voluntad de contribuir a la paz de Colombia, les hace merecedores de nuestra benevolencia, perdón y reconciliación. Pero tratarlos como los héroes de la jornada? Además de todos los privilegios concedidos debemos soportar la burla de un perdón "ofrecido" y una firma ilegal en el documento oficial de los acuerdos? Debemos brindar un show internacional de banderas y vestidos blancos mientras reprimen las protestas y espantan periodistas dos cuadras más allá? Mientras el país no sabe aún la suerte de los menores reclutados y los secuestrados aún en su poder? Mientras las cárceles retienen a oficiales colombianos con procesos de dudosa fabricación? Mientras deciden darnos a conocer el contenido del punto 3.3 de la página 69 de los acuerdos ya suscritos? Mientras vemos en el escenario de "la paz" unos actores que representan la zona más siniestra de la política? Mientras nos dejan sometidos a una Jurisdicción Especial para la Paz que no tiene ni Dios ni ley diferente a la de los de ellos mismos? Demasiados vacíos, me dice la razón al unísono con un deseo casi audible de mi corazón que dice que acepte.... que no luche... que ésta batalla está perdida y por alguna razón inexplicable, la vida repite de nuevo aquello que tal vez no hemos sabido sanar…. De tanto vivir aprendí por fin que ante lo inevitable no hay nada que hacer. Profunda frase al mejor estilo Maturana que si bien no logra que me entregue  antes de la batalla, si me permite aceptar y asimilar con más facilidad, el resultado que se obtenga.
Un día dije adiós a mi patria con inmenso dolor; dolor de niña que perdía sus apegos, dolor de miedo por un mañana incierto y dolor de ver dolor en quienes amaba. Aquella lección fue la primera de muchas sobre los vínculos y la confianza y como todo aprendizaje que se vive desde el corazón, se convirtió en una norma de mi vida nueva. Hoy me acojo otra vez a la certeza de estar donde debo y a la esperanza de dirigirme hacia un mundo mejor. Me duele Colombia, hospitalaria y generosa; me duele imaginarla como el país que ya una vez abandoné; nada me pertenece y a nada pertenezco, pero siento que mi destino sí se llama paz y solamente yo puedo diseñarla para mí.


Hoy hace 23 años perdí a mi madre


 Hoy hace 23 años perdí a mi madre. Dios y yo sabemos cuánto la extraño, cuánta falta ha hecho en mi vida y cuánto hubiese deseado que conociera y disfrutara mis triunfos y acompañara mis derrotas. Qué bella y joven bisabuela hubiese sido para mis nietos y qué testimonio de amor y entereza representaría para todos. Su partida prematura no pudo borrar su imagen de mejor mamá, mejor esposa, mejor abuela y mejor amiga; no pudo disipar el sentimiento enorme que me inspiró su fortaleza y por contradictorio que parezca, su sumisión a los eventos que la vida le presentó sin consideraciones.
Mi madre fue hija única; con padres consentidores y tías malcriadoras como fueron malcriadas ellas a su vez. Muy joven al estilo de la época, tomó la decisión de casarse con su único amor y amigo de niñez. Para entonces mis abuelos estaban separados y era tanto el apego de mi madre con la suya, que mi papá la complació en su deseo de llevarla en su viaje de luna de miel por la costa este de los EEUU. Muy pronto nací yo, 14 meses después de una linda boda y la familia entera se volcó en mí, única bebé de las dos familias. Sobra decir que las manifestaciones de amor aparentemente excesivo eran frecuentes y llenaban de felicidad el entorno familiar que parecía no tener por qué terminarse tan abruptamente como luego sucedió.
En medio de ese mundo ideal y un año después, nació mi único hermano, atraído tal vez por las atenciones que, duplicadas ahora, nos siguió brindando la familia entera. Recuerdo mi niñez con una sonrisa en la cara; no puedo evitarla porque la impronta aún después de tantos años, es de placer, serenidad, despreocupación y sobretodo, de saberme amada en todas las formas del sentimiento.
No duró mucho ese paraíso, dándonos la primera lección de lo efímero de la felicidad completa. Un lejano día de octubre, luego de leer entre líneas el futuro que Fidel Castro tenía destinado para nuestra patria, mi padre tomó la dura decisión de abandonar no solamente su país, no solamente sus pertenencias: tomó la decisión de abandonar una vida hecha y enfrentar las protestas y el dolor inmenso de la familia para concebir para nosotros un futuro libre y digno, que no he terminado aún de valorar y agradecer en lo que significó luego para mi vida. Separarse de padres, primos, tíos, amigos de siempre; dejar atrás aquello que proveía holgadamente los medios de nuestra subsistencia; abandonar el hogar, la finca heredada que constituía junto con la aviación, los carros y los caballos su afición de entonces, sin duda fueron valerosas propuestas de juventud y visión política precoz. Pero romper los vínculos materiales y emocionales que nos unían a todo lo anterior fue una amorosa osadía de papá y mamá y tuvieron que pasar muchos años, demasiados tal vez, para que yo pudiera entender la dimensión de lo que esa decisión significaría para ellos.
Dimensión que se creció infinitamente en las sucesivas adaptaciones que tuvieron que hacer para enfrentar una vida nueva, mucho menos amable que la anterior, plena de incertidumbre y de dolor por lo perdido. Una vida que se fracturó en mil pedazos pero que con amor, paciencia, actitud, unión familiar y el soporte incondicional de buenos amigos, se pudo reconstruir para integrarse con la cultura del país que nos acogió con cariño y oportunidades y nos ofreció un futuro amplio para que hiciéramos de él lo que estaba en nuestros deseos edificar. Un futuro que pensamos sería para siempre y nos permitiría trocar la incierta condición de exiliados en la de dignos ciudadanos de nuestra patria nueva.
Siempre recuerdo aquel día que mi padre regresó de su viaje a Colombia, donde tenía una oferta de trabajo y nos contaba con el entusiasmo de quien encuentra un tesoro, la belleza indescriptible de la sabana de Bogotá, la sorprendente y extensa fertilidad de los llanos y la oportunidad apetecida de consolidar sus aspiraciones en un país latino, donde las familias conservaran las costumbres que habíamos aprendido en nuestra propia tierra. No supe leer entonces en los ojos de mi madre, lo que significaba para ella ampliar la distancia con sus raíces y volver a empezar una vez más; pero sí lo recuerdo e interpreto hoy en su mirada perdida y su dolor disimulado mientras intentaba asimilar el entusiasmo de mi padre en la aventura familiar que proponía.
Hoy, cuando se cumplen 23 años de la muerte de mi madre, siento con pesar inmenso no haber contado con el tiempo suficiente para atenuar con mi cariño las heridas que tuvo que sufrir en la soledad y el silencio de sus aprendizajes de vida forastera. Aquella niña cuya infancia y juventud transcurrieron apaciblemente, se enfrentó con valor a un mundo distinto y retador por amor a su marido y por la decisión de brindar a sus hijos una vida mejor que la que se fraguaba entonces en su isla natal. Un clima difícil, unos riesgos insospechados, quebrantos de salud desconocidos hasta entonces y condiciones muy básicas de vida no fueron óbice para interrumpir su propósito y doblegar su voluntad. Paso a paso, día a día fue derrotando todo aquello que pretendió superarla y con el apoyo incondicional de mi papá, reconstruyó su hogar y su vida, haciendo que la mía se mantuviese alejada de las carencias, penurias y temores que ella misma tuvo que vivir.
Cuántas veces se arrepintió de aquella decisión tomada y cuántas veces se felicitó por ella, nunca lo sabré porque se llevó para siempre todas las respuestas a tantas preguntas que tarde me he planteado. Sólo sé que me dolerá por siempre su partida así como por siempre agradeceré su inmenso sacrificio por mi felicidad y su ejemplo impecable de mujer, de madre, amiga y abuela. Sentí siempre mi deber hacer de mi vida aquello que deseó para mí y con sus propias renuncias me ayudó a construir; espero haber estado a la altura de sus deseos y sobre todo, de sus realizaciones.
Sigue descansando en paz, queridísima tocaya mía.

Diciembre 10/2018

Cuba está de moda y aquí tiene demasiados admiradores



Hay tantas formas de ver las cosas como seres humanos hay en la tierra. Pero hoy me hago esta reflexión de la actualidad cubana, que está de moda, desde mi condición de cubana. De cubana nativa, de familia, de raíces y de corazón. De cubana que vio entrar a Fidel en La Habana, en medio del júbilo del pueblo que le hacía calle de honor a los tanques de guerra en los cuales tomaron posesión del país. De cubana emigrante que vivió el dolor que produjo en su familia, como en tantas otras, la separación y el destierro; de cubana que vivió la euforia que producía en el pueblo la ilusión del cambio prometido; ilusión tornada pronto en incertidumbre y luego en temor que motivaron la decisión crucial de abandonar el país dejando atrás familia, dolor, lágrimas, seguridad, bienes y un pasado genético y material que debía pertenecernos para siempre.
No es política mi posición; no tiene nada que ver con partidos ni doctrinas.
Mi visión del castrismo es desde la perspectiva de familia, de futuro y de derechos adquiridos. Mi visión del castrismo es desde los cientos de testimonios y de vivencias de familias destrozadas, de esfuerzos y de conquistas truncadas y de ilusiones y esperanzas decomisadas por quienes a lo mejor, creyeron de buena fe tener la solución a las necesidades de un país. Pero que no supieron en ese momento ni lo aceptaron luego, que cada persona sueña diferente; que no éramos un pueblo en serie sino seres humanos con muy distintas aptitudes, capacidades, destrezas, anhelos, aspiraciones y objetivos. Que no podían medirnos a todos con el mismo rasero. Pero lo hizo así Fidel y acabó con la iniciativa y el impulso del cubano que había llevado el país a ser modelo y pionero de muchas actividades productivas, recreativas y artísticas. Que hizo de Cuba lo que fue en el ámbito turístico y económico. Durante la década de los cincuenta, Cuba tuvo el segundo lugar en entradas per cápita en Iberoamérica y a pesar de su pequeño tamaño y sus poco más de 6 millones de habitantes, ocupaba el puesto 29 entre las mayores economías del mundo. Cuba fue el segundo país del mundo en difundir la televisión a color; antes de la llegada de Fidel, tuvimos la mayor tasa de Iberoamérica en automóviles por habitante (1 por cada 38 personas, no superado por Colombia hoy día)
En 1957, Cuba fue reconocida por la ONU por su cobertura de salud: tenía 1 médico por cada 957 habitantes. Su tasa de mortalidad era de 5.8 -tercer lugar en el mundo-, mientras que la de Estados Unidos era de 9.5 y la de Canadá de 7.6. A fines de los 50, la isla tenía la tasa de mortalidad infantil más baja de América Latina con 3.76, seguida por Argentina con 6.11, Venezuela 6.56 y Uruguay 7.30, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Y este es uno de los “logros” que se atribuye la revolución!
 
No fue justo que mi padre tuviera que abandonar una finca que heredó de su padre porque el gobierno consideró que la necesitaban más unos campesinos para quienes la parcelaron y que, 50 años después que fuimos a verla, era una tierra improductiva y asfixiada por vegetación y maleza que la cubrieron completamente. En esa única visita que hizo mi padre a Cuba a regañadientes y por complacerme a mí, que me arrepentí casi enseguida, conoció el dolor y la desesperanza de quienes fueron sus amigos, el administrador de su finca y algunos familiares lejanos que aún quedaban allá. Detrás de cámaras y sin el temor de ser escuchado, ese administrador como muchos otros anónimos cubanos para quienes se diseñó la revolución, hubiera cambiado la mitad de su vida por volver al capitalismo y a la democracia que vivió en la pobreza pero con dignidad, con libertad y con el poder de diseñar su vida a su acomodo. No hubo para ellos nada mejor de lo que ya tenían; perdieron a sus hijos que salieron del país y no volvieron, a cambio de una educación gratuita que no les significó mayor calidad de vida y de la propiedad de una casa que no les perteneció lo suficiente para poder elegirla o cambiarla por algo que desearan o necesitaran más.
 
Siento no haber tenido la oportunidad de agradecer a mis padres por haber tomado la opción más difícil y más dolorosa a cambio de un futuro para sus hijos. Luego de recorrer mi país y de escuchar cientos de testimonios de quienes han padecido la doctrina Castrista, el sentimiento inmenso de gratitud por la oportunidad de ser colombiana hoy, se mezcla con mil interrogantes: qué hubiera sido de mi si hubiese crecido en Cuba? Qué hubiese sido de mi si no hubiera llegado Fidel al poder? Cómo hubiese sido mi vida de haber podido compartirla con mi familia, de haber podido disfrutar lo que mis padres y abuelos habían construido para mí? A todo ello tenía derecho legítimo y natural. Por qué alguien tuvo que determinar un futuro distinto para nosotros? Por qué alguien tuvo que infligir tanto dolor a mi familia? Por qué tuvo mi madre que soportar la separación de su madre durante 30 años? Y por qué tuvo mi abuela que perder su única hija y sus únicos nietos sin haberlo decidido así? No hubo presos políticos ni fusilados en nuestra familia pero cuántas noches me quedé dormida oyendo llorar a mis padres cuando el exilio era nuevo en nuestras vidas…. cuántos besos y abrazos de mis abuelos me perdí… cuántas veces he sentido que no pertenezco a ninguna parte…. qué grande es el pedazo de corazón que aún vive en mi patria y que se niega a partir del todo de allí… cuántas cosas extraño todavía…
 
Tomar posesión de un país y proceder como si fuera el dueño de todos los destinos no es justo; no consulta el derecho natural de ser y de elegir. Provoca demasiadas frustraciones y causa dolor y desesperanza. Y todo ello a cambio de qué?
Marzo, 2016

Palabras de despedida de año para CM


Estoy conmovida de ver que finaliza un año más, pero esta vez un año lleno de dificultades, un año complicado y aquí estamos todos de nuevo dando testimonio de fortaleza, de unión y de compromiso con el futuro. No ha sido el primer año difícil para el país y para la economía que hemos tenido que afrontar; la época Pastrana que finalizó en el 2002 fue ciertamente ardua y terminó con la exitosa gestión del presidente Uribe que devolvió la seguridad, la esperanza y la dinámica al mercado colombiano. Desde mediados del 2008 hasta el 2002 las ventas se vieron reducidas significativamente y quienes estaban con nosotros deben recordar los esfuerzos que hicimos para sostenernos y más aún, para no reducir la nómina en número aunque sí lo hicimos en dinero. Sólo nosotros sabemos cómo fue esa estrategia solidaria y muy acorde a la situación que se estaba viviendo en el país.  Y salimos adelante, fortalecidos y listos para incorporar más marcas y más negocios a la compañía.
Las condiciones políticas, del dólar y de la economía en general, afectaron el mercado en este 2016 en forma importante. En CM y para la red Hyundai en Colombia, la situación de la marca agravó el ya de por sí complicado panorama que nos obligó a subsistir con los ingresos reducidos de posventa sin afectar la estructura de un concesionario integral, con el fin de no terminar de complicar la imagen ya menoscabada de la marca hacia el consumidor. Es decir: mientras para todas las marcas el comportamiento de las ventas significó un replanteamiento y reajuste de sus operaciones para adaptarlas a la nueva realidad, para los representantes de Hyundai representó un reto enorme sostener la infraestructura de cara al mercado y esperar 10 largos meses que finalmente llegaron a su fin en estos días.
Me encanta que esto haya ocurrido antes de finalizar el año porque es un símbolo de lo que pienso debemos plantearnos para cerrar este periodo: dejamos atrás todo lo que en cierto modo fue recesivo y comenzamos un 2017 con el horizonte despejado, los gastos bajo control, un equipo idóneo de personas fortalecidas y comprometidas con hacer de este año uno sólido y exitoso. Las perspectivas económicas apuntan a un año similar al que estamos cerrando pero para Central Motor el aporte de Hyundai hará la diferencia.
Para mediados de año tendremos ya la nueva sede para las operaciones de Ford y Kia y la vitrina #2 para Hyundai. Esperamos que en Junio comience el traslado hacia el edificio de la Carrera 27 con calles 56 y 58 y esto contribuirá a una mejor logística y control de costos y gastos de todo el ejercicio. 
En resumen: hemos concluido un año en el cual lo adverso lo supimos manejar para volverlo fortaleza en el periodo que iniciamos en unos días. Tal como nos mostró la experiencia anterior vivida, sabemos que si conservamos esas fortalezas y sumamos voluntades, sin duda tendremos un 2017 para triunfar en nuestras actividades.
No puedo dejar de agradecer a todos y cada uno de ustedes su aporte a esta causa. Hacer bien su trabajo, ahorrar y cuidar los activos de la compañía, hacer de cada cliente un fiel amigo de nuestra marca, engrandecer nuestro entorno laboral con acciones de solidaridad y compañerismo y llevar el nombre de Central Motor en nuestro corazón, son la contribuciones que esperamos y agradecemos de todos ustedes.
Estamos también celebrando el cumpleaños número 20 de Central Motor. Hace dos décadas, la entonces representante de Hyundai para Santander, Koreautos, con un antiguo y dos nuevos socios, dio paso a nuestra Central Motor que se ha visto premiada con el reconocimiento de las marcas que tocaron a nuestra puerta para ofrecer al mercado santandereano sus productos. Es asi como hoy, gracias a Dios, a ustedes y a la confianza de los importadores, formamos el más grande conglomerado automotriz de este departamento.
A quienes celebran con nosotros este aniversario, quiero hacerles un reconocimiento muy especial. Son ustedes las columnas de este edificio que hemos construido paso a paso con penas y glorias. Creo que nos merecemos lo logrado, una palabra de gratitud por todo el soporte que han representado en esta labor y un aplauso de los compañeros para quienes espero sean ejemplo de lealtad, integridad, trabajo fuerte, compromiso y determinación. Determinación de la que tanto necesita el país hoy. Quiero aprovechar para sembrar en ustedes conciencia de la democracia. Cuando la tenemos nos parece que siempre va a estar ahí; cuando la perdemos no es suficiente el resto de la vida para llorarla. Yo se los digo con conocimiento de causa. Cuando pedí el apoyo de ustedes para votar el NO en el plebiscito, fue muy triste la respuesta; de casi 200 empleados con igual número de familias, recibimos algo más de 40 formularios. Yo no tengo aspiraciones políticas, yo solamente tengo una experiencia en la vida de haber tenido que abandonar un país porque permitimos que el socialismo se apoderara de él y lo llevara a la miseria que es hoy mi patria. Estos mismos pasos que nosotros en Cuba no quisimos ver, están sucediendo en Colombia ante la pasividad de todos los colombianos. Ya ni el congreso, ni las cortes ni algunas instituciones están al servicio de la patria; están a la orden de un movimiento latinoamericano que se protocolizó en el foro de Sao Paulo y que tiene a Colombia como la joya de la corona. Corona que hoy estamos a punto de entregar con la misma pasividad con que lo hicieron los venezolanos.
Y pasando a cosas más agradables y menos trascendentales, les ordeno que se diviertan en la noche de hoy, que sean felices, que tengan un niño Dios lleno de bendiciones en sus hogares y que el 2017 sea todo lo que han soñado que sea en lo laboral, familiar y personal.
Gracias por todo lo que son y entregan a esta causa. Los quiero mucho.
Diciembre, 2016

Sabía usted que en Cuba......?


>
>    ¿Ud. sabía que en Cuba la libreta de racionamiento se calcula para
> 1800 calorías, y que muchos productos de la libreta son puras fantasías y
> otras dependen de la cosecha?
>
>    ¿Ud. sabía que hace 4 años la libreta de racionamiento era de 1600
> calorías, y hubo una epidemia de enfermedades mentales y niños nacidos
> con defectos, Fidel culpó a la CIA de una presunta guerra biológica, y
> que la OMS (Organización Mundial de la Salud) determinó que era un
> problema de AVITAMINOSIS, por falta de vitaminas y proteínas en el
> racionamiento, y la OMS envió pastillas multivitamínicas a Cuba, y el
> racionamiento tuvieron que subirlo a 1800 calorías?
>
>    ¿Ud. sabía que el campesino que sacrifique una de sus vacas, becerro o
> buey para alimentar a su familia o vender la carne va a la cárcel por 5
> años?
>
>    ¿Ud. sabía que al campesino que le roben una pieza de ganado lo multan
> por muchos pesos (equivalente a 4 meses de salario) y la tercera vez que
> le suceda le decomisan todos los animales y le suprimen de por vida el
> derecho de criar?
>
>    ¿Ud. sabía que en Cuba no se consiguen, ni son incluidos en la libreta
> de racionamiento, PAPEL HIGIENICO, JABON, TOALLAS SANITARIAS Y LECHE PARA
> ADULTOS, entre otras cosas?
>
>    ¿Ud. sabía que en Cuba está prohibido al cubano el acceso al INTERNET,
> que es delito que se castiga con prisión leer algo que no permita el
> régimen, ni escuchar radio o ver TV extranjera, y que es delito opinar
> libremente, que los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), que
> funcionan en cada cuadra (y que quieren implantarlo en nuestro país),
> llevan un registro de las actividades de todos los vecinos y que Ud. y su
> familia se las verían muy mal si se considera que Uds. son sospechosos de
> no apoyar al sistema?
>
>    ¿Ud. sabe que en Cuba las tuberías de agua están vencidas y
> destartaladas y más del 50%  de los hogares no reciben agua directa, que
> el agua, donde llega, es sólo por horas, y que los camiones de reparto de
> agua, "la Pipa", sólo van una vez por semana para que llenen sus
> "mondongueras"?
>
>    ¿Ud. sabía que la electricidad sólo llega por horas, donde llega, y
> que los apagones son constantes todos los días, dañando los pocos equipos
> eléctricos que aún existen?
>
>    ¿Ud. sabía que Fidel justifica su revolución con sus presuntos éxitos
> en salud y educación, pero Ud. sabía que en salud sólo ocupan, según las
> estadísticas más recientes de la OMS, el puesto # 5 de Latinoamérica,
> detrás de Chile, Argentina, Uruguay, entre otros, y apenas 2 puestos
> antes de Venezuela, que estamos en el #7?
>
> ¿Ud. sabía que en educación Cuba está detrás de Chile, Argentina, Uruguay
> y Costa Rica, según la UNESCO?. Nota: Ud. puede verificar las
> estadísticas de la UNESCO y OMS por Internet.
>
>    ¿Ud. sabía que en el convenio Cuba-USA firmado a raíz de la
> multiplicación de balseros, USA recibe anualmente en forma legal 12 mil
> cubanos, y que las listas de la Sección de Intereses de USA en La Habana,
> tiene registrados mas de 700 mil aspirantes a irse, a
> pesar que a quien lo fichan pidiendo puesto en la lista, sufre las peores
> represalias, lo botan del trabajo, le mandan a los hijos a escuelas
> especiales de re-educación revolucionaria, etc.?
>
>    ¿Ud. sabía que a pesar de todo, quien tenga acceso a una embarcación y
> consiga una brújula, se lanza al "mar de la felicidad" huyendo de aquel
> infierno?.
>
>    ¿Ud. sabía que Fidel usa como excusa de su tremendo fracaso un
> presunto bloqueo del imperialismo, cuando su Canciller Pérez Roque se
> jacta de que Cuba tiene relaciones comerciales con 115 países, y que
> recibe créditos preferenciales de la Banca de la Unión Europea, y que
> realmente lo que pasa es que Cuba no tiene nada que vender,ni con qué
> pagar, que sus industrias son muy atrasadas en tecnología, con excesiva
> burocracia por el enorme desempleo, dirigidas por líderes políticos y
> personajes fieles a la revolución en vez de una Gerencia Profesional, que
> son improductivas y no pueden competir internacionalmente?
>
>   ¿Sabía Ud. que las JINETERAS, prostitutas cubanas, son el más moderno
> ejemplo de la nueva moral revolucionaria?
>
>    Por último, y no porque no haya más argumentos: ¿Ud. sabía que Cuba es
> el último reducto de un sistema que fue sacado a patadas por el pueblo en
> los países de Europa Oriental, y que los habitantes de esos países
> consideran que aquello fue una pesadilla que no quieren recordar jamás, y
> que los Partidos Comunistas avergonzados y despreciados, se cambiaron de
> nombre para engañar con otra máscara?
Ahora se llaman socialistas, y del
> siglo XXI...
>

Otra decepción del gobierno Duque


Nuestra apreciada vicepresidenta Marta Lucía Ramírez instaló esta tarde la alta instancia de género en el país. Ésta instancia tiene la misión de asegurar que en el cumplimiento de los acuerdos de la Habana se introduzca el enfoque de género y se reglamenten sus postulados de manera que  quede perfectamente instaurado en nuestro ordenamiento jurídico. Este esperpento  velará porque  la ideología de género sea una realidad para los colombianos. Es decir, a sus hijos van a enseñarles que no se nace hombre ni se nace mujer; a pesar de que la genética nos enseñó que dos cromosomas X hacen una niña y la combinación de un X con un Y forman un  varón. Pero además los bebés, salvo contadas excepciones, nacen con el sexo perfectamente definido: sus genitales son bien diferentes. Cómo quedaría un niño de 10 años con un bikini o con una trusa? Quién les explicará luego que lo que la naturaleza les proporcionó no era lo correcto? Cuántos niños, por confusión y presión del grupo social tomarán una decisión que les pesará toda la vida?  Quien  se abroga el derecho de cambiar culturalmente la genética, la morfología y la identidad sexual de los niños en el país? Quienes lo van a permitir?
 Marcela Sánchez Buitrago fue nombrada por Iván Duque para manejar la alta instancia.  Para agregar más horror al horror, Marcela era la presidenta de la ONG Colombia Diversa,  que trabajó durante muchos años en promover la defensa del enfoque de género y  es una de las mayores promotoras de la ideología  en Colombia. Junto con ella, para que no quede cabo suelto, se han posesionado otras personas que se identifican con la ideología de género o han sido cabezas visibles del movimiento en nuestra patria.
La desestabilización del país y la destrucción de la familia son claramente los objetivos de la izquierda continental. En este gobierno nos las han venido dando en cómodas cuotas para que no haya impacto, y es notorio que no lo hay; al menos no el suficiente para manifestarse en contra de la dictadura de los acuerdos de “paz”.
Qué decepción me ha producido la vicepresidenta, a quien siempre vi como un polo a tierra para Duque y está revelando que es, más bien, su mano derecha. Resultó afecta a estos movimientos que no auguran nada bueno para nuestros niños y jóvenes. O es el poder lo que la atrae hasta el punto de aceptar encargos inmorales como el de hoy? 
Sea lo que sea, nuestro país está en riesgo; todos los frentes han sido cubiertos por la tarea silenciosa, persistente, de los líderes de izquierda. Falta poco, muy poco para entregarnos definitivamente al poder devastador de los camaradas leales al Foro de Sao Paulo. Y sólo se oye un silencio que grita de dolor por parte de los colombianos.

Amparo 1959 y Colombia 2019

Enero Año 1959, Cárdenas, Cuba.
Don Ramón Arechabala contrae matrimonio con Amparo Alvaré, en una fastuosa y muy difundida boda celebrada en el famoso Club Náutico de Varadero, a tono con la fortuna de la familia fundadora y propietaria, entre otras cosas, de la fábrica del ron Havana Club, catalogado por los expertos como el mejor del mundo. La isla era uno de los más apetecidos destinos turísticos por sus atractivos naturales, su infraestructura y tecnología de avanzada, su oferta generosa de lujosos hoteles, grandes casinos y espectáculos con protagonistas de reconocimiento mundial. Todo transcurría en perfecta armonía para la familia Arechabala y para muchas más de nuestra preciada y dolorida patria. Acababa de llegar al poder con amplio respaldo y grandes expectativas del pueblo, el Comandante Fidel Castro Ruz.

Año 1962, Industrias Arechabala, Cárdenas, Cuba.
En una plenaria de los trabajadores de la fábrica de ron a comienzos del año 62, irrumpe una docena de milicianos armados quienes, luego de intimidar a los asistentes, despojarlos de sus pertenencias más valiosas y fusilar a unos cuántos rebeldes, se llevan detenido a Ramón Arechabala, a quien su esposa Amparo le suplicaba días antes abandonar la isla por los acontecimientos que se estaban sucediendo como parte de la revolución. Los intrusos con arengas anti-imperialistas y violencia arbitraria, dieron orden de expropiación a la fábrica que producía además de ron Havana Club, azúcar refinada, Brandy Relicario, Cremas Arechabala, Coñac Arechabala, caramelos, Ron Caña, Alcohol natural y combustibles y dejaron a más de mil empleados bajo las órdenes del gobierno comunista del dictador Fidel Castro Ruz.
Días después, aún bajo el impacto de lo sucedido, los Arechabala abandonan la isla con destino a España sin sus pertenencias, sin sus familiares y sin tener un rumbo final definido ni una estrategia de supervivencia.
En poquísimas palabras les he descrito parte del argumento de “Amparo” una curiosa obra de teatro de inmersión, que nos llevó de la mano por los últimos 63 años de la historia cubana y tuve la ocasión de disfrutar en Miami, en una presentación que desde abril, no ha dejado boletos libres ni en una sola de las dos funciones diarias que ofrece con más de 20 actores cubanos. En esta producción, contada por la protagonista real como el pago de una deuda con sus propias familias y compatriotas que merecían conocer toda la verdad, los asistentes tuvimos la oportunidad de revivir el horror de la implantación del sistema socialista y el sufrimiento de las familias desmembradas, deshechas y despojadas arbitrariamente del fruto de su trabajo y el de sus ancestros. Ésta devastación que abarcó no solamente a la población cubana emigrante sino a quienes permanecieron en su patria esperanzados en las promesas de la revolución, se originó en un sistema montado a la fuerza por un puñado de jóvenes revolucionarios liderados por Fidel Castro Ruz, que luchaba por la toma del poder para lograr un modelo social y económico que garantizaría pleno empleo, educación, salud y vivienda gratuitas, equidad social y una reforma agraria que, por justicia elemental, cedería la tierra a quienes la trabajaban directamente. Un modelo que 63 años después, entrega la isla destrozada, sus habitantes en la pobreza absoluta, la mitad de su población sufriendo el exilio en países solidarios y los cuatreros revolucionarios con fortunas inmensas en paraísos fiscales e inversiones descomunales en lujos del capitalismo más salvaje. Un modelo que contó con el apoyo entusiasta de miles de campesinos y ciudadanos que sufrían penurias económicas y vieron en el nuevo esquema de gobierno la solución a sus afugias y un devenir meritorio para las futuras generaciones.


Año 2019, Colombia.
A diferencia de las Fuerzas del Ejército Rebelde con quienes Fidel Castro destruyó la democracia en Cuba, aquí la guerrilla no pudo tomarse el poder por la fuerza ni a través de la lucha armada que tanto dolor provocó a muchas familias colombianas. Como rendirse no es algo que tengan en sus planes, decidieron hacerlo por el camino de la paciencia y la inteligencia y sus frutos los estamos viviendo hoy día: el magisterio, la justicia, los medios y el congreso tienen en sus filas miembros del partido comunista que en nombre de la paz, han adoctrinado a la juventud, han fallado en contra no sólo de la legislación colombiana sino del más mínimo sentido común al ofrecer impunidad a delincuentes y condenas abusivas a prestantes personalidades del ámbito político y militar. Pero también se han prestado a cambio de jugosas prebendas, para desinformar al país desde micrófonos que fueron prestigiosos y que hoy hacen apología de aquello que diez años atrás era considerado vergonzoso, ilícito o indebido. El marco jurídico bajo el cual toman decisiones el alto gobierno y las cortes lo acomodan a la medida del agresor o lo interpretan a su arbitrio para justificar lo que no tiene justificación. Por otro lado, y muy convenientemente, los tributos excesivos deterioran al sector productivo y desestimulan la inversión en nuevas formas de generación de empleo y riqueza.
Un país con altos índices de desigualdad, una economía deteriorada, dividido y polarizado entre amigos y enemigos de la paz, desilusionado con los gobiernos de derecha que han saqueado el erario como lo haría también un comunista convencido; un país que enfrenta un proceso de legalización de capitales ilícitos y criminales de alto rango garantizándoles impunidad y la conservación de sus haberes; un país que dijo NO a ese acuerdo que llamaron erróneamente pero a propósito, “paz” y luego de que el estado desconociera su decisión, sigue anhelando un cambio cualquiera que éste sea pretendiendo así un peligroso tiro al blanco a ver si le apuntan a la redención definitiva; un país con un ambiente propicio para que las raíces que ha desarrollado la izquierda seguidora del Foro de Sao Paulo, fieles admiradoras de George Soros y de los Castro Ruz, retoñen en acciones populistas y prometedoras que encandilen a las poblaciones vulnerables, quienes ciegos ante la hecatombe venezolana y sordos ante los llamados a la cordura que elevan quienes tienen claro el rumbo que han tomado las cosas, terminen como lo hicieron los cubanos y venezolanos menos favorecidos que hoy sí están favorecidos pero con más pobreza, hambre, miseria y desesperanza.

Año 2019, Octubre, todo el territorio Colombiano
"El comunismo no llegará jamás a Cuba"  "Hace falta un cambio de política porque la derecha ha llevado al país por muy mal camino" "Aquí no triunfa un gobierno comunista, el pueblo no es bobo" Estas frases que escuché anoche en la obra teatral y que me eran familiares desde toda la vida, me sonaron aterradoramente similares a las que se están pronunciando hoy aquí, en vísperas de la designación de nuevos gobiernos departamentales y municipales. El explicable deseo de una renovación estatal nos está haciendo virar la mirada hacia unos planteamientos sociales y económicos que parecen atractivos y están siendo liderados por expertos y adiestrados militantes del partido comunista que saben bien cómo se logra conquistar la adhesión a sus doctrinas con ofertas seductoras que terminan siendo palabras al viento. Porque una vez el poder en sus manos les permita enfocar sus fortalezas en lo que realmente buscaron y expresaron desde un principio, emplearán sus recursos en hacerse a los bienes y riquezas producidas por los colombianos y repartir equitativamente al pueblo las migajas que les permitan una supervivencia limitada y sean así materia de fácil disposición. Y de la misma manera como los Arechabala y muchas otras familias adineradas accedieron a la expatriación, quienes fueron sus trabajadores que tenían unas condiciones aceptables, por decir lo menos, de trabajo, ingresos y libertad, terminaron viviendo en las peores condiciones que no hubieran podido imaginar cuando le dieron el sí a un gobierno socialista.
La absurda contradicción es que quienes más desearon el cambio y apoyaron el experimento de una nueva doctrina como el gobierno que les ofrecería por fin la equidad social, fueron quienes tuvieron que llorar sobre las cenizas de una vez próspera y prometedora tutela democrática porque les enseñaron a pensar que era esa la causante de la inequidad donde unos poseen las riquezas y otros nunca lograrán alcanzarlas. No se dieron cuenta nunca que la desigualdad es propia de nuestras mismas divergencias. Divergencias en visión, en aptitudes, en actitudes, en objetivos, en nivel intelectual, en sistemas de crianza, en modelos familiares y en muchos condicionantes más que permiten a unos triunfar en una actividad en las que otros fracasan y a esos otros salir victoriosos en disciplinas que no a todos interesan. Es esa diversidad la que nos conduce por caminos diferentes, la que impulsa a unos a persistir y a otros a abandonar. A unos los lleva a intentar y a otros a delegar. A unos les permite frustrarse en un intento y a otros percibir el reto en el fracaso.
En la Cuba del siglo XXI, luego de un socialismo maduro y consolidado, la educación gratuita resulta un fracaso para quienes tienen intereses distintos a los asignados por el estado que impone porque financia. El cubano joven ha preferido realizarse en prácticas que no requieren de preparación académica porque ha visto que el éxito económico muy relativo, por cierto, lo obtiene quien está en contacto con la propina del turista. Es así como se han ido sustituyendo las vocaciones profesionales por las preferencias en labores de portero de un hotel, mesero de restaurante, maletero del aeropuerto, el taxista, el camarero, el oficio que permita, en fin, acercarse al euro y al dólar a como de lugar. Una muy diplomada y prestigiosa médico cubana, con varias especializaciones y a cargo de pacientes de importantes instituciones de salud dedicadas a turistas y personalidades, a quien conocí en un viaje a La Habana, ganaba el equivalente a US$70/mes en el año 2010 el cual era uno de los sueldos más altos del país. Su hijo, con visión más comercial (las divergencias, la desigualdad...) se retiró en el segundo semestre de una carrera que no pudo elegir y se esforzó por defenderse un poco con el inglés y el francés para servir las mesas en un restaurante de la Habana Vieja, donde lograba ingresos promedios de US$300/mes. Esta es la juventud de hoy, dirigencia de mañana y estas son las secuelas de un régimen que considera la raza humana como una cepa uniforme que debe depender de un gobierno que conduce al país por el camino sin desniveles que considera el adecuado para todos, mientras usa sus recursos para enriquecer a toda la clase dirigente y subvencionar a otros países que quieren incorporar al plan expansionista del comunismo del siglo XXI. Ese mismo comunismo que hoy demasiados colombianos están resueltos a respaldar en los próximos comicios.
La experiencia de “Amparo” la obra que se vive no como espectador sino como integrante mismo del drama que se pretende comunicar, me impactó profundamente al permitirme equiparar algunas de las experiencias de la familia Arechabala con las vividas por la mía propia en los años después de la revolución. Las maletas con las cuales salieron de Cuba Ramón y Amparo eran tan idénticas a las que llevaron mis padres, que los recuerdos me avasallaron de manera significativa. Vivencias que creía olvidadas, estaban presentes en el subconsciente esperando una ocasión como ésta para expresarse en sentimientos fuertes, tristezas y añoranzas. Y al advertir además las semejanzas con lo que se está gestando en Colombia, el horror de esa realidad posible me está obligando a elegir entre la pasividad, la entrega y la fuga, o la lucha, la resistencia y la esperanza de un repliegue manifiesto de la propagación ya avanzada del comunismo del Siglo XXI en ésta, mi segunda patria.
Quienes no lo han vivido, no sabrían entender las señales que se perciben del proceso y la claridad con la que se hace la homologación de la evidencia. Pero créanme por favor: cada día es más estrecho el espacio que nos separa de la venezolanización de este país. Creo que ya ni siquiera depende de nuestra decisión en las urnas.

Todo comienza con una palabra



En esta carrera desenfrenada que lleva el Foro de Sao Paulo en busca de que medio hemisferio asuma la doctrina marxista como sistema económico y de gobierno, debo concederles mi admiración por su maestría en el manejo de la información y el uso de las palabras como método de moldear el pensamiento y por ende, la conducta humana.

Todos hemos comentado últimamente sobre la inversión de valores que estamos viviendo y el lenguaje que emplean los jóvenes cuando se  comunican entre ellos. Yo me atrevo hoy a pensar que ese fue el primer paso para derribar las barreras que un lenguaje respetuoso pudiese imprimir a los impulsos de quienes estaban llamados a la insubordinación contra lo establecido. A la par de todo esto, hacían llegar sus tentáculos de mano izquierda a los colegios y universidades, luego de haber hecho la tarea en el órgano rector de todos ellos: FECODE. Sin duda, una excelente planeación y ejecución de los procesos convenidos y suficientemente probados pero lamentablemente fracasados en el mundo entero. 

Cuando algo se vuelve frecuente o continuo, el ser humano crea un hábito; bien sea de un comportamiento propio o de algún estímulo externo que le era desconocido y ahora se repite sistemáticamente. Así fuimos habituándonos al proceso de La Habana que nos dieron por partes, comenzando con las palabras generadoras de ilusiones como la paz. En diferentes entornos, las palabras iban respondiendo a las necesidades de la comunidad. Por ejemplo, en las veredas y municipios rurales, las palabras mágicas positivas eran además de paz, “recursos del gobierno, educación, salud, empleo, facilidades de crédito, casa propia”. En el sector educativo la tarea se abordó por la vena de romanticismo que tiene la teoría socialista: altruismo, equidad, derechos y a la vez, en ambas esferas se sembraron semillas de odio de clases:  oligarquía versus proletariado, trabajar para que los ricos sean más ricos, el estado protege a los que más tienen, luchemos por nuestros derechos.
La misión se cumplió a cabalidad: hoy día gran parte de los colombianos repiten casi maquinalmente lo que la propaganda de izquierda ha querido que piensen, crean y digan sin sospechar siquiera que están cavando su propia tumba.