Bibi no quería oir la respuesta del médico sobre el
sexo de su segundo bebé porque temía sentirse decepcionada. Deseaba demasiado
que fuera una niña y su decepción la culpabilizaría toda la vida.... pero hoy
hace trece años llegó esa muñequita que quería para que acompañara a Juan
Andrés y completar la parejita con la cual soñaba. Y como las cosas que vienen
de Dios vienen premiadas, Elena llenó no solamente las expectativas sino los
espacios, los rincones, los anhelos y a la familia de ilusiones, de felicidad y
de preocupaciones. A medida que nos fue revelando su temperamento, su papá se
preguntaba: ¿quién podrá controlarla? será una adolescente difícil de manejar?
sabremos conducirla por un sendero correcto? podremos dominar esta personalidad
imponente y decidida? mientras se quedaba sin palabras ante la respuesta de
Elena a su amenaza de castigo si volvía a halar el pelo a su hermano:
"Castígame porque sí se lo voy a halar otra vez". Elena nació con su
camino trazado, probablemente como su madre: siempre sabe lo que quiere, lo
sabe luchar y defiende su postura tanto como sus intereses. No hay medias
tintas, no se valen las vacilaciones: "si yo no tuviera padres sí dormiría
contigo wiba" me respondía a mis intentos de soborno para que se quedara
una noche con los abuelos. Cuando impotente simulé llamar por celular a sus
papás para reportar su mal comportamiento, me observa atentamente y me
descubre: "Wiba no estás marcando bien".
Muy maternal, tierna y cariñosa pero también
puede jugar al fútbol, disfrazarse de Falcao y ofrecer protección a su hermano
mayor. En vez de la Princesita o la sirena, se identifica con Malévola. Le
gustan las películas de malos y de miedo y se sube sin dudar en una montaña
rusa. Ama los animales y los cuida y protege con ternura. Es nuestra muñeca
soñada y se convertirá en la mujer maravillosa, segura de sí misma, solidaria,
inteligente, ordenada, honesta y exitosa que nos ha permitido entrever en los
rasgos de su arrolladora personalidad.
Sus ocurrencias son inéditas: “Mami por qué
cuentas lo que yo digo? ¿Para que se burlen de mí?” Su vocabulario original:
“es una película terrorífica pero fantástica, wiba”. Su liderazgo indiscutible:
“nadie se mueva que yo voy a poner las normas”. Su franqueza contundente: “no
vuelvo a tu casa porque tu preguntas mucho” y su confianza incuestionable: “si
te da miedo yo te acompaño”.
El tiempo es imparable y nuestra muñeca ha
crecido más rápido de lo que hubiéramos pensado; hoy entra a su adolescencia
con la misma claridad en sus posiciones y la misma determinación en sus deseos.
Ella no "quisiera" estudiar en NYC; ella tiene "decidido"
que allí va a hacer su carrera y sabe con quien vivirá en esa ciudad. También
tiene la seguridad de que el dinero no será un obstáculo para ella y yo estoy convencida
de que así va a ser. Su sapiencia y determinación harán realidad lo que se ha
propuesto porque no lo duda, no lo desea: lo sabe. Esa es la fe que yo misma
quisiera tener, Elena la trae en su dotación natural y nadie podrá destruírsela
jamás.
Saber lo que se quiere en la vida, así ésta
misma nos cambie los planes en el camino, significa que comienza un futuro con
su maqueta, eso le asegurará a nuestra Elena lograr lo que se propone de la
mano de Dios.
Es difícil apartarla de lo que ella misma
diseña para su vida; lo tiene claro y lo defiende con su típica elocuencia:
"Wiba es que en tus tiempos era diferente", me responde cada vez que
difiero de sus planteamientos. "En la era de hielo no conociste eso
wiba" me recuerda mi antigüedad con frecuencia, pero ante mi cara de tragedia,
me da un abrazo de amor inmenso. "No pienso compartir con nadie la
herencia que tienes para mi wibita". Difícil no estallar en carcajadas,
pero sin que se note porque ella sabe que es en serio lo que está diciendo.
Nunca es suficiente de ti Elena; Dios
permita que sigas creciendo en dones que adornen tu vida y la hagan dichosa,
próspera y responsable. A El damos infinitas gracias por el regalo espléndido
de poder acompañar tu crecimiento y saberte sana, hermosa y feliz.