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El reto de gratitud de 7 días

Este fue un reto de redes sociales, que consistía en dar gracias por tres razones durante 7 días. Dia 1 1. Doy gracias a Dios por mi vi...

viernes, 12 de abril de 2019

He llegado a perder la fe


He llegado a perder la fe en la capacidad de nuestro pueblo para defender y asegurar la democracia. Somos demasiado cómodos, confiados en exceso y han ido desapareciendo los liderazgos.

Ya todo nos parece normal. Las garrafales  concesiones  a los narco-guerrilleros les llamamos “paz”. La repartición de nuestros impuestos entre insurgentes, violadores, delincuentes y otras categorías de bandidos, no parece afectarnos demasiado. El que la mayor parte de la Farc se haya vuelto “disidencia” lo explicamos por el incumplimiento del gobierno en temas que le competen. Mientras el Hospital Militar esté vacío de heridos, los muertos poco nos importan. Ya que los grupos armados dicen defender el medio ambiente, uno que otro ataque a oleoductos con el consiguiente daño ambiental, es pasajero. Las evidencias de abusos de la JEP, a quién le importan? Parece que la burundanga hizo una aspersión generalizada que nos dejó a la merced de lo que haga el gobierno sin deseos de disentir, de reclamar, de sentar una voz de protesta. Las investigaciones que se anuncian con bombos y platillos, se quedan en algún escritorio cómplice con el delito y ejemplos hay suficientes: las impolutas, Odebrecht (somos el país más rezagado en este proceso) la bomba del Andino, el caso de Santos y su amigo y gerente de campaña Roberto Prieto, la corrupción en el SENA, los carteles de las cortes, por mencionar unos pocos.

Sabemos que para gastos de funcionamiento de la JEP en el año 2018 le fueron asignados $200.000.000.000 más $43.000.000.000 para prestaciones o nóminas paralelas. Pero no les alcanzó tan generosa asignación y presentan un déficit de recursos por $5.900.000.000. Dentro de los gastos se hallan estas perlas: Por concepto de: Primas de Navidad: $2.670.000.000  - Otras primas:   $8.600.000.000  - Bonificaciones: $16.600.000.000
Qué fácil es dilapidar el dinero ajeno, si finalmente los colombianos solo protestamos por redes sociales o en reuniones familiares y hurgamos en los bolsillos para cumplir con aumento del predial, reforma tributaria, IVA del 19% sin que haya una retribución real en  bienestar para los ciudadanos. Cada día se nos pone de manifiesto el destino que tienen esos dineros que con esfuerzo tributamos; además de enriquecer a los políticos corruptos, se destinan para satisfacer los apetitos burocráticos en aras de obtener un resultado deseado. Se entregan olímpicamente a quienes protestan afectando importantes sectores del país y de la economía y a quienes reclaman con suficientes actos vandálicos y amenazas retando la institucionalidad.

Imaginemos los $800.000.000.000 que costó apaciguar la minga, invertidos en salud y educación para la Guajira, para el Chocó, para cualquier zona desamparada del país. No será la panacea, no será la solución, pero cuánto ayudaría a mejorar la calidad de vida de esas poblaciones. Entregados a los indígenas, se desaparecen de cualquier seguimiento o control y terminan invertidos en expandir los cultivos que abundan en la zona donde se sublevaron los nativos infiltrados por la izquierda.
Es obvio que este ejemplo de ceder ante la violencia con dádivas desmedidas, no lo pasan por alto otras organizaciones que, además de conseguir la desestabilización del gobierno y del país, cual es un propósito del socialismo, se hacen a unos subsidios importantes que a su vez financian más movimientos subversivos para terminar de hacerse al poder y adueñarse de las arcas ya mermadas pero fecundas de nuestra nación.

Ese es el escenario actual y el panorama se pinta de gris. No demoramos en ver otros paros, otras manifestaciones “estudiantiles”, más saqueos al estado, nuevas acciones terroristas apaciguadas con sumas millonarias y promesas desproporcionadas mientras crece la deuda externa y merman las inversiones sociales que tanto necesita nuestra patria.

Me niego a creer que haya quien, de buena fe, defienda a la JEP junto con toda la vagabundería que se está revelando; que no vea ya el comunismo acechándonos cada vez más cerca, cada vez más real. No entiendo que no aprecien las similitudes de lo que se está gestando en Colombia, con otros movimientos de izquierda visiblemente fracasados y generadores de miseria y desesperanza. Ignoro qué les induce a pensar que se está disfrutando algo de paz cuando la coca invade nuestro territorio generando violencia, desplazamiento poblacional, deforestación y compromiso de los ecosistemas, entre otros. Se forman repúblicas independientes alrededor de los cultivos ilícitos, donde las fuerzas del estado están proscritas y la consecuencia es el caos y el conflicto social. Y menos entiendo cómo se puede creer en una persona que ha cometido toda clase de delitos; que ha asesinado, envenenado a la juventud con drogas ilícitas, despojado a humildes campesinos, violado niños, ordenado abortos forzados y hoy posan de redentores con un importante séquito seducido por sus promesas. Promesas copiadas de las que una vez hizo Chávez a los venezolanos o Fidel a los cubanos. Se dice que un mentiroso no deja de serlo; pero alguien que tiene la capacidad y la frialdad suficiente para ordenar una masacre, violar un menor o ser permisivo con esta conducta, que además no muestra arrepentimiento alguno, sí podrá dejar de ser un criminal en potencia? Esto explica la psiquiatría: Los psicópatas no se rehabilitan pero simulan que cambiaron y “son lo suficientemente inteligentes para hacerlo”. Podremos depositar nuestra confianza y entregarle poder a alguien así descrito? 

Seremos capaces de reversar todo el daño que ya está hecho a la sociedad? Podrá Colombia restablecerse de tantas afecciones económicas y morales que se le han infringido con nuestra complacencia? Podremos tener tranquilidad de conciencia entregando lo que queda de país a nuestros descendientes?

Sobre nuestros hombros estará el peso de la realidad que estamos construyendo con nuestras decisiones; estaremos preparados para asumirlo?


martes, 9 de abril de 2019

Feliz Cumpleaños 2019 Juan David!


En un 7 de abril de algunos años atrás, llegó una personita a mi vida con la misión de enseñarme a ser mamá y a conocer el amor más desinteresado, puro y sincero que se puede experimentar. Una personita que pronto se convirtió en lo más importante para nosotros, padres primerizos, que a fuerza de amor y de instinto, apoyamos la revelación de un ser excepcional; un ser con inmenso corazón y razones de sobra para triunfar, para ser amado, para ser admirado, para ser exitoso, para superar todo aquello que algún día soñé para él y hoy disfruto con orgullo e inmensa gratitud.

 Como si todo ello no fuera suficiente, trajo a nuestra vida su ángel propio, su complemento, su compañera; una hija para nosotros, que amplió nuestra familia y nuestro corazón para seguir colmándolos de ilusiones y motivos de agradecimiento y felicidad. 

El broche de oro han sido sus hijos; dos  muchachos llenos de cualidades, que han escrito para nosotros un cuento inédito y hermoso; el cuento de una familia que seguirá añadiendo páginas de amor a una historia que celebramos hoy y comenzó en un 7 de abril de algunos años atrás.

 Feliz cumpleaños hijo; serán muchos más y llenos de bendiciones.