Entrada destacada

El reto de gratitud de 7 días

Este fue un reto de redes sociales, que consistía en dar gracias por tres razones durante 7 días. Dia 1 1. Doy gracias a Dios por mi vi...

viernes, 27 de julio de 2007

DIVAGACIONES A 30.000 PIES DE ALTURA


Es curioso como uno puede atribuír la felicidad a un territorio geográfico. Nada que ver con el mar, con el clima o con la circunstancia. Es “allí” donde somos felices, donde sentimos que las preocupaciones están a muchas millas de distancia y donde permitimos a nuestra mente creer que la vida es así de simple, así de fácil, así de feliz.

Por supuesto que hay además en ese lugar lazos que nos atan suavemente, dejando abierto un espacio para la fuga y eso lo hace aún más atractivo. Es sentirse amarrado con cadenas afectuosas. Es un vínculo de amor que no exige y no limita.

Miami es ese lugar. Allí se halla la familia que no tengo; allí me encuentro con mi identidad perdida en el síndrome del exilio y siento la extraña y remota sensación de estar en casa. Allí escucho la entonación familiar del acento de mis ancestros y retomo la historia perdida tanto tiempo atrás. Tiempo en el cual no he logrado romper el vínculo causal que ata la vida adulta con los primeros años que anduve por el mundo. Conservo vivo en mí un pedacito de aquello que me formó en el día a día infantil y familiar, tan lleno de afecto, tan colmado de ilusiones. He tenido que ir construyéndome con cada paso que he dado, intentando torpemente que esos pasos se apoyen en las huellas dejadas atrás a la vez que me conducen hacia el carril que marca el destino desconocido. No siempre compatibles, mis huellas y mi destino.

Es en Miami entonces donde más juntos se hallan mi presente y mi pasado. Es allí donde se achica la barrera y donde siento por fin que mi vida es una sola. Allí descubro con placer inmenso que he sido yo misma, aunque viviendo una vida que a veces, parece que no ha sido mía.

En minutos voy a aterrizar en la tierra de mi presente. El vuelo que me trae de regreso a mi casa pero también me aleja de mi casa está a punto de terminar y con el, termina también mi familiar divagación en busca del yo perdido.