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El reto de gratitud de 7 días

Este fue un reto de redes sociales, que consistía en dar gracias por tres razones durante 7 días. Dia 1 1. Doy gracias a Dios por mi vi...

martes, 1 de diciembre de 2020

El mundo se acaba el 23 de septiembre de 2018

 


Están preparados quienes creen en esta premonición?
Si hoy se acabara el mundo, habré cumplido con la mayoría de mis sueños de juventud y propósitos de vida, pero me faltarían horas para disfrutar de
mi misma; días para gozar de los placeres terrenales; meses para que el universo deleite mis sentidos y años para ver y agradecer la vida y felicidad de mis hijos y mis nietos.
Me ayudaría a irme el saber que he dado de mi mucho más de lo necesario pero me haría falta bendecir, agradecer y aprovechar bastante más los dones y las oportunidades que el Dios generoso me ofreció.
Quisiera irme en paz y tranquilidad para disfrutar de las maravillas de la vida eterna pero pienso en el dicho terrenal que dice: "Mejor malo conocido que bueno por conocer".
Finalmente espero que el día no sea hoy y que todos tengamos tiempo de reconciliarnos con El Creador, con el planeta y con nosotros mismos antes de partir para siempre.
Feliz 23 de septiembre!

Sobre la pandemia

 Sobre la pandemia del Covid-19

Si en marzo me hubieran dicho que el modo pandemia se extendería hasta el 2021, con seguridad me habría reído del "chiste" sin darle la menor importancia. Pero la realidad que nos ha tocado vivir, si es que esto fue vivir, nos fue entregada en cuotas, en pedacitos, como cuando te dicen que el vuelo está retrasado una hora y la misma información la repiten cada 59 minutos.

Pero sí, aquí estamos ya en diciembre, con instrucciones de aislamiento selectivo, toque de queda en las fechas especiales y aumento de los casos del coronavirus en la ciudad. Y a la par con esas desalentadoras indicaciones he recibido hoy no menos de 20 postales virtuales que me desean una feliz navidad. Bueno, no hay un plan B ya que los que teníamos en mente no se van a poder realizar y aun así pienso que debo tener una feliz navidad para al menos, complacer a quienes tan gentilmente me la han deseado y pronosticado justo en el primer sol de diciembre. Así que, ¡a reflexionar! me dije y el resultado lo comparto hoy con ustedes.

Esta experiencia nueva que vivimos, tan restrictiva para la vida habitual, para las costumbres y las tareas que eran de rutina, tan difícil de entender, presentada en diferentes idiomas y en letras borrosas y tornadizas, con tantas inconsistencias y contradicciones, dolorosa en ocasiones, triste en las más, ha venido a rediseñarnos la vida; a enseñarnos qué es lo importante, lo imprescindible, lo superfluo y lo innecesario. Poco a poco fuimos cayendo en la tentación de lo superfluo y en la banalidad de lo innecesario. Lo imprescindible sucumbió a la necesidad comercial fabricada por el consumismo, mientras lo importante fue perdiendo protagonismo y esperando pacientemente que algo nos hiciera notar su presencia y valorar su contenido.

Y ese algo llegó. Apareció en la figura de un extraño virus que nos exigió el replanteamiento de las prioridades y el aligeramiento de la sobrecarga que impone la vida superficial, la sociedad light, la presunción de tener o querer parecer. Nos enseñó que la vanidad y los placeres son una amenaza para la estabilidad; que la prudencia y la planeación juiciosa del futuro personal y familiar rinden los mayores beneficios cuando las circunstancias y condiciones de vida sufren una alteración abrupta. Nos hizo ver que, por lo general, en casa estaba lo más valioso y permitimos que fuera relegado por la vida social, el exceso de trabajo, la ambición, los placeres vacíos.

Uno de los hábitos desacertados y tristemente muy común, es ver la navidad como el tiempo de los regalos, las fiestas, el gasto de dinero, los viajes, el goce y la satisfacción de los deseos materiales. Pero esta vez, el intruso Covid, bendito factor de la transición nos permite recordar que la Navidad es la fiesta del nacimiento del Niño Jesús. Que es la celebración de su vida, que redimió la nuestra del pecado, que sufrió y padeció por amor para nuestra salvación y vida eterna. Nos estamos dando cuenta del poco espacio para El en la carrera por la satisfacción de nuestras ambiciones y apetitos banales que solo amplían el vacío existencial de una vida llevada en sentido contrario a las enseñanzas del Nazareno.

De manera entonces que, reflexionando sobre lo dicho y agradecida por esta oportunidad de sentir la verdadera luz redentora y recordar el auténtico sentido de la época decembrina, me preparé para tener una de las mejores, si no la mejor Navidad de mi vida. Una Navidad que viviré con gratitud por la liberación de la esclavitud material en la que estaba dejando consumir mis años. Con humildad por haber recibido una dura pero gratificante y salvadora lección para una vida real y con amor inmenso por todo aquello que me ha permitido ser lo que soy y sentir intensamente la seguridad de mi verdadera misión terrenal.  

Y así, en medio del azote del coronavirus, de la incertidumbre de su desenlace y de todo lo que he tenido que perder, ya estoy lista para que el año nuevo me traiga el premio inmenso al valioso aprendizaje de lo vivido.

viernes, 31 de julio de 2020

Las verdades de las mentiras de la paz

No he podido precisar el sentimiento que me produjo la noticia: Un criminal, extorsionador, pedófilo, secuestrador y ordenador de masacres sale de su madriguera, se pasea por el país, no es juzgado ni absuelto por ningún estamento judicial (ni el mandado a hacer por ellos y para ellos) y de inmediato es candidato presidencial con el visto bueno de la presidencia de la república y la indiferencia de un país autista. ¡Debemos ser el hazmerreír del mundo!  o, por el contrario, ¿nos considerarán dignos de lástima?


No entenderé que para lograr insertar a los delincuentes en la sociedad, ésta deba agacharse hasta el punto de perder el poco honor y la escasa dignidad que le pueda quedar. Y menos entenderé que por una paz que no se ha visto ni se verá mientras estemos rebosados de coca, tengamos que dar tanto a cambio de tan poco; las muestras de cinismo (¿cuáles delitos?)  las exigencias (que no hay que repetir, la mayoría están en los acuerdos) el engaño (¿los niños?  ¿Los secuestrados?  ¿Las rutas del narcotráfico?),  la burla descarada (traperos como patrimonio) que han mostrado al país, no le hacen honor a todo el esfuerzo que hemos hecho los colombianos para financiar sus excesos y permitir que tiendan a sus pies la democracia para que la pisoteen y la ensucien si no con sus botas, sí con sus conciencias que tienen al nivel del piso.


No pueden pretender las Farc y el gobierno que el ruido de los fusiles, el llanto de viudas y huérfanos, el terror con el cual convivimos por muchos años y el dolor de tantos colombianos, se puedan perdonar y olvidar mientras seamos testigos de la  insolencia, los engaños  y la injusticia inmensa con el país que sobrevive con un salario mínimo muy inferior a las prebendas de los desmovilizados. Con el país que pretenden construir con trabajo honesto los empresarios y productores mientras son azotados con toda clase de gravámenes y perseguidos por los perros más hambrientos del estado. Con el país que labran los hacendados y campesinos para proveer las despensas y contribuir con la balanza comercial de la patria.


Una a una se han ido develando las verdades de las "mentiras del No". Verdades que estaban claras para quienes sentíamos el olor podrido de las intenciones de un presidente traidor y corrupto, al servicio de las dictaduras continentales. Verdades que intentan tapar con la falacia de la paz, pero cada día la evidencia no permite que las cubran por completo.


Aún si este proceso hubiese sido justo, no alcanzaría a estar preparado el país para que el máximo líder de una organización narcotraficante y criminal, tenga el camino expedito para llegar a la presidencia de la república, menos de un año después de haber firmado con falsa rúbrica, un documento de paz ilegítimo y rechazado por los colombianos.

26 de julio

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Hoy 26 de julio, se celebra en Cuba el día del asalto al cuartel Moncada (1953) que, aunque no fue exitoso, condujo a la conformación del grupo revolucionario 26 de julio liderado por Fidel Castro. Luego del fallido asalto, Fidel y Raúl fueron capturados y sentenciados a 15 años de prisión; pero Batista les amnistió poco tiempo después y Fidel continuó organizando su proyecto de derrocar al dictador. Sus ideas tuvieron eco en jóvenes de diferentes filiaciones políticas los cuales se fueron uniendo a las células citadinas encargadas de sabotaje y reclutamiento mientras Fidel y su grupo combatían desde la Sierra Maestra. Pronto otros movimientos anti-batistianos se unieron al M-26-7 y lucharon hasta derrotar, el 1 de enero de 1959, a las fuerzas militares de Fulgencio Batista, el dictador que gobernaba la isla entonces.
Fidel Castro entró finalmente a La Habana en enero de 1959 rumbo al palacio de gobierno, mientras Batista se exiliaba a España donde viviría hasta su muerte. Esa entrada del ejército revolucionario triunfante fue aclamada por millones de cubanos que veían en su joven líder un luchador a favor de las clases menos favorecidas, que resistiría la influencia que ejercía "el imperialismo" en la isla y establecería una verdadera democracia. ​Lo que no sabíamos entonces los cubanos, era que los comunistas se disfrazan de Robin Hood mientras consiguen su objetivo: la toma del poder. 
Para la diáspora, esta fecha significa el recuerdo de un evento funesto que no merecimos; significa el dolor de tantas familias separadas, sus bienes, producto de años de trabajo, confiscados. Esta fecha es el símbolo de la desgracia de un pueblo que padeció hambre, miseria, represión y miedo, que el régimen universaliza para ejercer un control absoluto. Simboliza el dolor desgarrador de miles de familias que enviaron a sus hijos a Estados Unidos en busca de un futuro y con la promesa de reunirse poco tiempo después y no volvieron a verlos jamás. Representa el 26 de julio la injusticia de miles de familias que buscaban libertad huyendo de tan nefasto sistema y terminaron ahogadas en algún lugar de las 90 millas que separan a Cuba del estado de la Florida. Esta fecha que celebran unos, para otros encarna la realidad de un país hermoso y próspero totalmente destruido y el destrozo de tantos sueños, tantos ideales tantas esperanzas. Significan 61 años que querer volver a la patria y afrontar la muerte sin haberlo conseguido. Nos recuerda también esta fecha el flagelo del arrepentimiento de tantos cubanos que creímos en falsas promesas y palabras bonitas porque representaban nuestras ilusiones. Promesas y palabras que vimos repetirse en Venezuela y que copian ahora los aspirantes de izquierda a ejercer el poder en Colombia. Y estamos hoy día viviendo, como un deja-vu, el entusiasmo que despiertan esas ofertas en jóvenes e incautos ciudadanos. Si ellos pudieran sentir por un ratico el dolor que albergan los corazones de los cubanos y que se cargan para siempre como un castigo inmerecido, otro sería su análisis de las palabras esperanzadoras,  lo pensarían dos veces antes de poner en riesgo la libertad de que gozamos los colombianos y entenderían que es precisamente esa libertad, el bien más preciado de una sociedad. Todo lo demás tiene solución y esa solución depende de nosotros mismos. 

miércoles, 24 de junio de 2020

Pasividad? o indolencia...

No me canso de buscar una razón a la pasividad de los colombianos. Pasividad que ya se parece a la indolencia; como si el mañana no fuese a llegar o fuese ajeno. Como si no nos importara lo que sucede más allá de nuestro patio. Como si tuviéramos una venda en los ojos y tapones en los oídos. Cada día nos trae una noticia más grave que la anterior y cómo estamos reaccionando? Reclamando al presidente tras el cómodo balcón de las redes sociales; pidiéndole la renuncia desde la complicidad del anonimato y discutiendo destempladamente con el vecino virtual que opina diferente. Y ya nos sentimos livianos, con la fe renovada y el deber cumplido.
Gracias a nosotros mismos nos robaron las elecciones, negociaron nuestro país y nuestro futuro a espaldas de los dolientes y tendieron alfombras rojas a quienes nos hicieron la vida miserable.
Nos hemos creído todas las mentiras y hemos sido cómplices del sometimiento del país. Ahora el poder no nos pertenece porque la democracia perdió su significado; seremos juzgados por nuestros verdugos; nuestras tierras pertenecerán al enemigo de siempre y la paz llegará para el gobierno sobre el silencio de los gobernados.
Podremos quejarnos luego si hemos permitido que avance impunemente la estrategia construida para nosotros en la isla de los Castro?
Ningún dolor se compara al del arrepentimiento y ningún castigo iguala al de saberse utilizado. La indiferencia permite que se fragüe la estructura que la izquierda continental ha preparado  para Colombia y somos cómplices pasivos de la destrucción de nuestra patria a través del sometimiento de los poderes.
No tendremos a quien culpar más que a nosotros mismos: o reaccionamos o nos sometemos. La decisión es nuestra.

martes, 19 de mayo de 2020

Cómo hace la izquierda un buen trabajo

Un día cualquiera, en un lugar cualquiera nació un muchacho inteligente y curioso a quien no pusieron límites en su niñez y adolescencia. Su gran imaginación fue enriqueciéndose de experiencias y en lugar de hacerlo a la luz de las buenas costumbres, se propuso hacer todo lo contrario a lo habitual y normativo. Ser precursor en la discrepancia y retar lo dispuesto socialmente, resultó atractivo a otros jóvenes sin mucho control parental y unos pocos años después había nacido un nuevo modelo de “personalidad”. En un inicio fue modesto; se trataba del corte de pelo, de un cambio en la forma de vestir, del uso de un lenguaje más licencioso, del irrespeto a las normas sociales, de hacer notar la diferencia de la juventud.
Probablemente muy lejos de ese movimiento embrionario, se planeaba cuidadosamente la conformación de una sociedad nueva bajo el control de un gobierno mundial con unos propósitos muy definidos. El perfil de la nueva “personalidad” se ajustaba perfectamente a las premisas del Nuevo Orden Mundial, como se llamó a la configuración definida por un grupo interdisciplinario y poderoso que avanzaba en delinear el mundo ideal y las maniobras para llegar a conformarlo. La desintegración de la familia, el aborto, la exterminación masiva, la liberalidad en el uso de las drogas, movimientos como el del orgullo gay y el feminismo, el ateísmo y otros medios de degradar y reducir la vida humana en el planeta fueron considerados de gran valor para lograr los objetivos propuestos.
Bajo ese enfoque, todo aquello que se rebele en contra de las llamadas buenas costumbres se validaría como “desarrollo de la personalidad” y la libertad de hacerlo, un derecho del ser humano. Esto vino muy bien a la izquierda y sus equivalentes: marxismo, ateísmo, revolución, progresismo, los verdes, los humanos, los decentes y otros disfraces que encubren el mismo monstruo y para los cuales la vida humana es una ficha con cuyo manejo y control se logra el propósito trazado. A más caos, más confusión, más descomposición de la célula primaria de la sociedad, más éxito tendría la estandarización de creencias y comportamientos en la masa previamente infiltrada y aleccionada para odiar a todo aquello que la supere.
Hoy estamos viviendo el resultado de aquel ejercicio paciente, cuidadoso que se ha llevado a cabo infiltrando la población más frágil y por ende más sensible al llamado de la causa “reivindicadora de los derechos del proletariado”. Hay que odiar al que tiene lo que ellos no lograron; la riqueza no pertenece a quien la genera sino a quien la necesita y en ese orden, se puede exigir y despojar a su legítimo productor. En este punto estamos; ¿y ahora qué sigue? terminar de entregar el poder absoluto a quienes pretenden reorientar nuestras instituciones? No es tanto lo que falta, si la justicia ya les pertenece, los medios son sus aliados y el legislativo ha ganado terreno aglomerando partidos afectos a la izquierda y gobernados por el foro de Sao Paulo. Y para asegurar aún más la sostenibilidad del proyecto, la niñez y la juventud están contaminadas por las enseñanzas de FECODE, que les convence de su derecho de un mundo mejor, a su medida y sólo la izquierda lo provee.
Tan sólida será aún la democracia en este país, que no sucumbe con facilidad a la emboscada de la izquierda. Ahí va la cruzada, midiendo fuerzas y conquistando afectos y sumisiones. Las condiciones están dadas: la desigualdad, la corrupción, la falta de oportunidades y el descontento justificado de gran parte de la población son facilitadores que allanan la conquista del país por cuenta del socialismo del siglo XXI. Nos queda despertar, mirarnos en el espejo de otras naciones latinoamericanas una vez poderosas y soberanas que por querer un cambio positivo para la nación le apostaron al discurso populista que prometía suplir las necesidades y complacer los anhelos de vida fácil con un proveedor estatal fecundo y generoso. La ilusión no les duró mucho tiempo y hoy son comunidades devastadas, en franco retroceso con gobernantes dueños de fortunas exorbitantes de los recursos que una vez prometieron al país. Está a la vista de todos el fracaso rotundo de la izquierda en Venezuela, por mencionar al vecino más cercano. Si eso no es una alerta para que evitemos caer en el redil del socialismo, no tendremos futuro diferente al diseñado por Fidel Castro Ruz para toda la América latina.

lunes, 20 de abril de 2020

En el aniversario de Bibi y Oscar




Una de las cosas que me da mucha tristeza es tener que felicitar por cualquier motivo a un hijo (cuando digo hijo, inclúyanse hija, nueras, yerno, nietos y anoten porque aquí no habrá lenguaje incluyente jamás) sin poder darle un beso y un abrazo. Me da menos duro con los de Miami porque sé que estamos a un deseo y un avión de distancia, pero cuando es prohibido, como está pasando ahora, me siento muy aburrida.
Es el caso hoy de celebrar la primera docena de años de matrimonio de Osquitar y Bibi. Cuando doy reversa al pensamiento y llego al 19 de abril de 2008, me siento llena de un sentimiento de plenitud, tranquilidad y felicidad comparable al que sentí el 18 de marzo del 2000. En esas fechas, además, sentí que los sueños se estaban haciendo realidad y los esfuerzos se veían recompensados. Nuestra pequeña familia abría sus brazos con ilusión y cariño para entregarles, virtualmente, los apellidos de la familia a quienes los hijos nos traían para integrarla. Supimos que habían hecho una buena elección desde el primer día y pedimos a Dios que, si era su voluntad, mantuviera la relación y la bendijera a lo largo de la vida.
Celebrar esta fecha es la seguridad de que nuestra oración fue atendida, de manera que lo primero hoy es dar gracias a quien les bendijo y les ha acompañado durante estos años: nuestro Señor Jesucristo. Y a Él pedimos renovar una y otra vez las promesas de aquel día en que nos las hizo por primera vez.
Aunque nos hubiera gustado egoístamente unos dos o tres nietos más, entendemos que no es la realidad de la vida de hoy. Ver a JuanAndrés y Elena crecer cerca de nosotros es una de las experiencias más hermosas que la vida nos ha proporcionado. Dos niños tan sanos, bellos, inteligentes y amorosos, indiscutiblemente es un regalo celestial. Así debe sentirse estar en al paraíso, pero sabiendo que en vida tuvimos la fortuna de vivirlo. Darles las gracias por permitirnos esta experiencia es un deber que debería repetirse cada día de la vida.
En esta contingencia sanitaria que vivimos hoy, hemos aprendido más aún que el disfrute de la familia no se compara a ninguna experiencia vivida. Si viajas con ellos, si cenas con ellos, si aprendes con ellos, si vives aventuras con ellos, si acompañas el crecimiento de tus hijos, luego te sientes orgullos de sus triunfos y de nuevo vives el comienzo del ciclo de ver prolongarse la familia en una nueva generación y lo gozas, puede decirse que no te falta ninguna felicidad más profunda por vivir. Ese re-conocimiento que nos ha traído el confinamiento obligatorio, se compensa con creces si tienes la oportunidad de padecerlo en familia. No hay aprendizaje esencial que no venga a través de un sufrimiento y la vida no vuelve a ser la misma desde entonces.
Mi deseo Bibi y Oscar es que la bella familia que han formado les ofrezca la tranquilidad, el goce y el encanto con que soñaron una vez al unir sus vidas y ese espíritu se mantenga a través de las dificultades, los tropiezos y las crisis que inevitablemente se viven a través de los años. Pero más aún, que tengan muy claro que ninguna manera de vivirlos será mejor que en pareja y en familia.
Bendiciones de papá y mamá; los queremos infinitamente.


martes, 3 de marzo de 2020

Se nos metieron los socialistas!

Estoy de acuerdo con este hashtag tendencia: #ElCambioEsImparable Se nos metieron los socialistas. No solo Cuba, Venezuela y Soros en las ONGs que financia con el propósito que es hoy de público conocimiento, sino que ya tenemos paisanos aleccionados que les hacen la segunda voz.
Muy triste que colombianos de nacimiento se embarquen en un programa de izquierda que ha probado sobradamente el daño que hace a los mismos que lo promueven. La burguesía,los ricos, los industriales, empresarios, cerebros y emprendedores destacados se van del país a invertir en otras latitudes y gastarse su dinero de la misma forma como lo obtuvieron: por decisión propia. El empleo entonces cae estrepitosamente, los impuestos por ende también y con los pocos fondos del fisco no alcanzará sino para mejorar notablemente todo lo prometido.....a las cuentas en euros de sus sayones.
Hace varios años, más de 10 diría yo, estaban entrando muchos cubanos al país vía Venezuela. Bucaramanga era un destino importante de frontera pero les interesaban otros por igual. Estos isleños no se desplazaban a pie, no estaban hambrientos y no traían con ellos a menores de edad. El comandante de la Quinta Brigada de ese entonces, citó a un grupo de unas 30 personas de la ciudad y entre muchas otras cosas, nos advirtió lo siguiente: “Normalmente los cubanos, debido a la situación de su país, despiertan en la gente sentimientos de solidaridad, de apoyo y deseos de servirles en alguna de sus necesidades, que generalmente son de trabajo y ubicación en empresas y fincas de la región. Queremos dejarles muy claro que éstos migrantes en particular vienen auspiciados por los regímenes de Cuba y Venezuela y su labor es de inteligencia y adoctrinamiento. Es su elección si les abren espacios pero nuestra recomendación es un terminante NO. No lo hagan, porque están poniendo en riesgo la seguridad del país. Ellos no son refugiados, son parte del sistema de expansión del comunismo latinoamericano”. (Aclaro que la interpretación y las palabras son mías.)
Hasta este momento, Colombia a duras penas escuchaba alguna noticia sobre el comunismo cubano.
Tiempo después supe a través de un ex funcionario de la gobernación que el gobierno de Hugo Chávez venía financiando obras sociales en veredas y pequeños municipios de Santander, como asilos de ancianos, comedores infantiles y otros.
Hasta este momento, casi nada se sabía del Foro de São Paulo y Cuba generaba pocas noticias al tener el cubrimiento económico de Venezuela para su funcionamiento y el lucro de la cúpula militar y de gobierno.
Pero el trabajo de tejido subrepticio que tan bien conoce la izquierda y tan buenos resultados le ha reportado en la conquista de sus sombríos objetivos, ya se estaba consolidando en zonas tradicionalmente marginadas del país.
Paralelamente, quienes serían los únicos beneficiarios de un gobierno socialista en Colombia (léase Petro, Cepeda, Teodora y otras figuras de cierto peso y liderazgo) avanzaban en la tarea de dejar bien claro a los jóvenes quiénes eran los artífices de todos sus penurias y quiénes serían los redentores de la patria; mientras tanto ubicaban fichas claves en los medios, la justicia, la academia, el legislativo y las periferias, con muy claros objetivos que han venido cumpliendo con eficacia y perseverancia, que de ésto si tiene la izquierda.
El gobierno de Santos, que encontró un país viable, seguro, austero, motivado y floreciente así como una gran bonanza petrolera, se hizo la tarea de sacar a la luz un poco de aquello que se había construido sigilosamente a favor de la izquierda y sagazmente se lo entregó al país en cuotas ascendientes. Cuotas cada vez más robustas, cada vez más perversas. Pero de la misma manera en que actúa el agua al caer gota a gota en un mismo punto, sin despertar demasiada reacción que igual ignoró, fue abriendo un inmenso boquete en la resistencia ciudadana que ya empezaba a ver cada vez más normal las decisiones del ejecutivo y las excesivas concesiones que estábamos (sí: estábamos) tolerando a favor de la insurgencia y el narcotráfico. Aceptamos la violación de la voluntad ciudadana expresada en el plebiscito, vimos por televisión el espectáculo grotesco de la firma de la paz con la presencia de los garantes noruegos, cubanos y venezolanos. Conocimos la burla de la Farc en la firma de Timochenko con su seudónimo en lugar de su identidad civil recién recuperada, en la entrega de escobas y sartenes como bienes para reparar a sus incontables víctimas. Entendimos casi enseguida que las disidencias hacían parte de las estrategias de la Farc; toleramos la creación de un monstruo jurídico llamado JEP, Abandonamos a los niños reclutados que no fueron devueltos a sus familias y ya nos pareció normal que la economía gire alrededor de 240 hectáreas de coca y sus consecuencias en violencia y destrucción del país. Ya todas esas viandas confeccionadas en La Habana fueron digeridas y nos parecen parte de la vida normal y cotidiana. Pero faltan aún y cumplirán con el ritmo creciente en riesgo y amenazas a nuestra exhausta democracia.
El anuncio de las autoridades samarias de importar profesionales de menor calidad y recursos que los nuestros para asistirles en la educación, salud y algo más, habiendo ya vivido lo sucedido en Venezuela con esas importaciones cubanas y lo que acaban de anunciar en Bolivia de la idoneidad de los médicos cubanos que sí eran cubanos pero no médicos sino santeros, informantes, adoctrinadores, ha despertado polémica en redes; pero me atrevo a apostar doble a sencillo que la próxima semana esa noticia habrá sido asimilada y estaremos preparados psicológicamente para la siguiente, la siguiente, y las que falten. Y por supuesto, nos distraerán mientras tanto con las culpas del presidente Uribe, las relaciones con Venezuela, la venta de órganos en Profamilia, los chismes de la Merlano y uno que otro evento farandulero. Y quedan la mente y las emociones mansas y sosegadas para lo que haya que saber, olvidar o vivir.
Esta cadena de acontecimientos unos concomitantes, otros en serie pero todos afines a los propósitos castristas, la he reconocido etapa por etapa. Son las mismas, son copiadas, son un libreto que se gesta en Brasil, se financia desde USA y se hace realidad hoy en nuestro país.
DESPIERTA COLOMBIA! UNIDOS SOMOS MÁS                                                                                     --------
Cuba apoyará a Santa Marta en salud, educación, deporte y cultura. 

Qué nos espera?

Se han puesto a pensar qué es lo que nos espera en un futuro no muy lejano? En nombre de la paz hemos venido tolerando (algunos aceptando gustosamente) que los firmantes desdibujen sus compromisos casi desde el día mismo del espectáculo en Cartagena como sucedió con la falsa entrega de armas, de menores de edad y de secuestrados. Que se dividan en bloques, uno en armas y otro en el poder gubernamental. Que el gobierno haya descuidado a los guerrilleros de las bases, esos que sí se desmovilizaron y viven juiciosamente buscando el pan de sus familias. Hemos tolerado que las zonas entregadas a 7 mil combatientes desmovilizados, que hoy suman menos de 3 mil, se mantengan inmodificables. Un año después de la firma de los acuerdos, el 55% de los guerrilleros había abandonado las zonas veredales de tránsito hacia la vida civil (Dato oficial de la ONU) a la par que las disidencias crecían en número y acciones terroristas contra la población. Hoy, casi tres años después, cuántos desmovilizados permanecen realmente en el cumplimiento de lo pactado? El 40? 30? 25%?, eso también lo hemos tolerado sin pedir cambios sustanciales a las inversiones que se han realizado menoscabando significativamente las finanzas públicas. Muchos nos tragamos el sapo de la JEP sin aceptarlo, pero con la pasividad que nos caracteriza y que ha dado vía libre a la sucesión de batracios de todas las especies que se vienen y que al parecer, iremos tragando también en nombre de la agónica paz.
Hoy la JEP ha refrendado su vocación de izquierda, su protección al narco terrorismo y su habilidad para entorpecer las investigaciones como nos hacen ver sus absurdas y sesgadas decisiones que tienen un costo altísimo y un valor cercano a cero: hoy declara acto legítimo de guerra el cruel ataque de la FARC con carrobomba contra la Escuela Superior de Guerra, negando además la condición de víctimas a los 11 militares lesionados en ese acto salvaje. Según este espurio tribunal de justicia, la FARC actuó acatando los postulados del DIH. Pero además, en un extremo arranque de bondad, indultó también a la llamada Mata Hari de la FARC, de cumplir una condena de 27 años de prisión por delitos de terrorismo y sus conexos. Mientras tanto, Iván Márquez, Santrich y el otro criminal cuyo nombre se me escapa, con el guiño de la JEP, se reactivan (si alguna vez no lo estuvieron) en sus actividades criminales con las llamadas disidencias, oportunamente evadidas de la justicia.
En serio que los terroristas sabían muy bien lo que hacían en la mesa de negociaciones de La Habana, como sabían también que se iban a encontrar con un país letárgico y muchos sectores seducidos por el discurso de odio y segregación de Petro y demás explotadores de la necesidad, que hicieron una tarea paralela paciente y eficaz. Si, amigos, es que hay que unir los hilos que nos vienen tejiendo desde varias manos manejadas diestramente por el Foro aquel, fundado por Fidel y Lulla, para teñir de rojo y negro el mapa latinoamericano. Y ya se pueden ver los éxitos que han tenido a costa del sufrimiento de los ciudadanos. Se pueden ver, medir, estudiar, vivir; son reales, están a la vista de todos los colombianos que no se ciegan ante promesas e ilusiones que nos hacen arropadas en falsas envolturas de final feliz. No se ciegan, aún reconociendo que el grado de descomposición del país está llegando al fondo. Un fondo donde se encuentran esperando quienes aprovechan el descontento para proponer el cambio que anhelan, el cambio que nunca debemos aceptar.
Y leí en algún editorial hoy que están ya sopesando la posibilidad del voto electrónico.... esa ya será la tumba de la soberanía del voto ciudadano.
Qué más necesitamos para despertar? para defender nuestra democracia? Sobre ella se puede construir, modificar, hacer mejoras pero sin ella, que nos lleve Joselito Carnaval porque parece que estamos en modo fiesta permanente. El futuro del país es para después.

lunes, 6 de enero de 2020

Santi cumple 14 años

Hoy son 14 ya y nos damos cuenta que el tiempo vuela cuando más queremos atesorarlo. Cuando no tenemos prisa de avanzar en un mundo que es ideal cuando estamos a tu lado y nos contagias con la magia de tu personalidad, con la luz de tu alegría y con la ternura inmensa que hay en tu corazón. No queremos que el tiempo vuele, cuando podemos disfrutar de la certeza que harás de tu vida lo que pretendes que sea. Lo que soñaríamos que fuese. Lo que mereces que te depare. Porque nos has mostrado Santi, casi desde el día uno, que no eres inferior a tus apuestas y que tienes abundancia de las calidades humanas e intelectuales que se requieren para triunfar. Desde que te arrullaba en mis brazos, te sentaba en mis piernas o corría a tu lado para que montaras bicicleta, la fuerza del sentimiento que provocabas en mí se convertía en una oración por tu felicidad. Oración que hoy es de gratitud inmensa por quien eres y en quien te convertirás. Te amo mi vida entera, mi pedacito de corazón que me ha enseñado tanto y cuyo cariño me atrapaba más aún cuando decías: "yo no quería que te vayaras". Yo tampoco quería irme amor, por eso allá quedó siempre la "mitada" de mi vida y de mi felicidad. Y allí permanecerá, a tu lado, por siempre jamás.

domingo, 5 de enero de 2020

Mal de muchos...


Está haciendo carrera en el país una curiosa forma de aceptar lo inaceptable del gobierno que estamos sufriendo. Funciona así:
 Uribestias: La desmovilización de Santos es una falacia. La disidencia es mayor a la reinserción.
 Mamerto: Uribe tampoco desmovilizó a todos los paracos, ahí está el clan del golfo.
 Uribestia: Este gobierno nos tiene ahogados en impuestos
 Mamerto: Uribe también subió el IVA del 8 al 16.
 Uribestia: Los detenidos por la bomba del Andino son un falso positivo.
 Mamerto: en el gobierno de Uribe se aprendieron a hacer los falsos positivos.
 Uribestia: La corrupción está desbordada!
 Mamerto: Dónde me deja la del gobierno de Uribe? Cuántos hay en la cárcel?
 Uribestia: Santos tiene comprado al congreso y a las cortes
 Mamerto: Uribe también compró su reelección.
 Y así, como atribuyen la maldad al antecesor, absuelven al actual.
 Curiosa forma de evaluar una gestión que nos ha llevado a rechazar al presidente al 88% de los colombianos. Podremos ser tantos los equivocados? Es este un país de bobos?

miércoles, 1 de enero de 2020

A propósito del Año Nuevo 2020

Llegamos al fin de un año y recibimos con esperanzas el que llega. Algo había que inventar para no perder la fe en aquellos días en que se unen las cosas negativas para llegar al mismo tiempo. Pero viéndolo desde mejor ángulo, sirve para hacer una división de experiencias vividas y catalogarlas como buenas o malas y así darnos cuenta de que las buenas son mayoría, si sabemos apreciar las cosas que realmente importan en la vida. Y si las reconocemos con sentimientos de gratitud y satisfacción, aceptamos que verdaderamente somos afortunados y le debemos mucho a nuestro Creador, al Universo, a la Naturaleza y a nuestros semejantes.
He recibido hoy muchísimos mensajes de personas queridas que me recuerdan o les aparezco en el listado de contactos y me eligen al enviar un mensaje prefabricado. Me reafirma la generosidad de tantas personas que tienen lindos pensamientos cuando llego a sus memorias de alguna manera. Siempre he dicho que prefiero dos palabras de su propia inspiración, un Feliz Año construido para mí, que un meme que expresa lo que otro dijo. Pero a la final, me siento plena de afecto y de gratitud por cada palabra, cada caricatura, cada expresión de buenos augurios recibida. Como físicamente no soy capaz de responder uno a uno porque entonces pecaría de descuidar a quienes comparten estos días conmigo, me valgo de este medio tan permisivo para hacerlo.
Cerramos siempre el año agradeciendo por todo y por tanto recibido. Es interminable la lista de todo lo material e inmaterial que disfrutamos en el 2019 y seguramente de aquello que recibimos y ni cuenta nos dimos o no lo valoramos lo suficiente. Dentro de unas horas cierro el ciclo con el corazón rebosante de gratitud y amor. Despido el año con la certeza de haber recibido de Dios Nuestro Señor más de lo que le pedí y más, mucho más de lo que merezco.
Esta vez, en lugar de hacer un registro de lo vivido, quiero comenzar a dar gracias por lo que vamos a recibir en este año que estamos próximos a construir. Quiero pedir a Dios para ustedes y para mi, que nos provea de la sabiduría para saber elegir, de la sensibilidad que necesitamos para entender los mensajes que, valiéndose de lo material, El nos ofrece; del amor suficiente para que podamos reflejarlo en nuestros actos y nuestras actitudes. Quiero pedir también la serenidad para afrontar aquellas experiencias que nos sirven para crecer y la humildad para reconocer que nos eran necesarias. Te pido Señor también, que crezca en nosotros la compasión y solidaridad que nos permita solventar necesidades, suplir falencias, llenar vacíos y compartir penas y alegrías. Déjanos ser testimonio de tu inmenso amor y que, al partir, nos puedan recordar por hacer del mundo algo un poquito mejor desde nuestras propias circunstancias.
Quiero dar gracias a Dios hoy por la vida que me conserva, por la salud, la compañía, el amor y el cariño que me rodean; por los consejos recibidos, los apoyos ofrecidos, los abrazos, los saludos, los agravios, los fracasos y las oportunidades. Permite Señor que las sepamos aprovechar y sus frutos compartir. No te pido nada material distinto a lo necesario para que los niños de todo el mundo no sufran privaciones ni dolores. Para que los animalitos disfruten de lo que requieren y que cada anciano tenga un techo que lo cubra, una mano que lo apoye y un pan para comer.
Haznos Señor mejores seres humanos; fomenta la fraternidad, el respeto, la compasión y la lealtad. Apacigua los ánimos beligerantes, controla la discriminación y desmotiva el egoísmo y la ambición personal en nuestros líderes y gobernantes. Ayúdanos a que, conscientes de que el año lo construimos todos, hagamos del 2020 uno de paz, de avenencia, de prosperidad de las naciones, de la derrota del demonio y el triunfo definitivo del bien y de la ley de Dios. Que así sea.
Feliz año 2020 y todos los que vengan!