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El reto de gratitud de 7 días

Este fue un reto de redes sociales, que consistía en dar gracias por tres razones durante 7 días. Dia 1 1. Doy gracias a Dios por mi vi...

jueves, 18 de abril de 2024

Adiós Mary

 

La vida te presenta ángeles que no se identifican ni reconocemos con tales, pero llegan y cumplen una misión que nadie más podría cumplir con tal devoción y eficiencia.

Hace 28 años, conocí a María Idalí. Entró a trabajar como mi secretaria y empezamos a entendernos en términos laborales. Ella me contaba poco después que le conquistó cuando en alguna instrucción le dije: “si me llama mi esposo o uno de mis hijos, no importa mi ocupación, siempre estoy”. A mi me gustó su discreción y conocimiento de su cargo. Más adelante, su lealtad inquebrantable.

Más allá de asistente, fue una compañera y amiga. Me ayudó a sobrellevar situaciones difíciles, a no quebrantarme cuando me llamaban de los colegios semanalmente a darme quejas de mi hijo; estuvo a mi lado en los años buenos, mejores, malos y en los peores de la empresa, en la pérdida de mi padre, en sus quebrantos de salud y en los míos. Su soporte me sostuvo en momentos cruciales, me contaba sus cuitas y escuchaba las mías con paciencia y comprensión. Llegó a anticipar mis respuestas en muchas circunstancias, a darme un consejo, a recuperar mi confianza y ganas de seguir. Nadie me entendió como ella, al punto de adivinar lo que pensaba sobre una y otra situación. Siempre serena, atenta, servicial, prudente, honesta, cumplidora, sincera y afectuosa.

Se forjó un cariño entre las dos que permitió una relación laboral cómoda y eficiente. A mis hijos los protegió, acompañó, alcahueteó, complació y trató con deferencia, complicidad y cariño. Me reemplazó con altura en situaciones que no pude atender o que, protectoramente, me evitó hacerlo.

Se retiró de su cargo de asistente de gerencia, luego de 22 años, ya jubilada, para irse de la ciudad a seguir a su único hijo y el vacío que dejó fue imposible de cubrir. Se necesitan muchos años de conocimiento y de cariño para fabricar otra relación similar.

Como los ángeles no son eternos y en el cielo les tienen su puesto reservado, fue llamada prematuramente a llenar ese vacío que allá también había dejado. Me complace saber que dejó atrás el dolor y se pudo reunir con el Creador y con sus familiares que con certeza la estarían esperando con ilusión inmensa por el reencuentro. Espero también que forme parte de la corte que me reciba cuando mi hora se presente porque los lazos emocionales que se urden en vida, son imposibles de romper por la distancia y el silencio. Descansa en paz Mary, gracias por tanto, sé feliz eternamente.

miércoles, 3 de abril de 2024

Mis dos patrias

 

Alguna vez dijo José Martí que él tenía dos patrias. Aunque no se refería a dos países, voy a tomar su frase para contarles mi historia.

La patria primera, la natal, me recibió hace más de siete décadas y me rodeó del amor inmenso y la alegría de abrazar al primer bebé de una generación familiar nueva. Llegar a un lugar donde te esperan con ansias y te acogen con inmensa gratitud es un buen comienzo, un presagio de buenos vientos que te acompañarían durante tu vida.

No me decepcionó en absoluto ese augurio, visto en retrospectiva. Solo mimos, amor, demostraciones de cariño, agasajos, complacencias y creo que soy un ejemplo de que no todo niño complacido en exceso es un adolescente exigente ni un adulto con ínfulas de emperador o que espera que todo le sea dado. Viví una niñez ideal pues lo tenía todo: unos padres maravillosos, mamá en casa, salud, bienestar económico, paseos, amigos y muchos, muchos familiares y amigos queridos, condescendientes y cariñosos. Creci feliz con la ingenua seguridad de que así sería la vida en adelante para mi.

La memoria me lleva a sitios paradisíacos como las playas de Cuba, a viajes emocionantes como las travesías maritimas a las costas de la Florida, paseos divertidos como tardes en Coney Island, vacaciones aventureras en la finca de mi padre y sus pueblos cercanos. Me lleva a recordar la satisfacción de mi familia con mis logros escolares, las tardes y noches de tertulia con mi abuelo cuando mi inocencia e ignorancia se enfrentaban extasiadas  a su sapiencia y su cultura. Humilde sapiencia que gozaba en compartirla con paciencia infinita que el mismo saboreaba. Qué importantes eran para mi esas tardes en su casona de la Loma de Chaple, donde todos los minutos me pertenecian porque mi abuelo disfrutaba el compartirlos y yo era la dueña absoluta de su amor y de su tiempo.

Recuerdo tanto a mi abuela pre-Castro, consentidora, complaciente, protectora y amorosa. Nos llevaba antes de entrar al colegio a darnos un baño corto de mar en el Club y desayunar con croquetas, galletas de soda y una bebida espesa, dulce, que no recuerdo de qué era ni como se llamaba. Eso no me enseñó a madrugar pero sí que disfrutábamos de esos paseos cortos y luego nos dejaba en el colegio con las recomendaciones de rigor y el pedacito de alcanfor en una bolsita, prendido por dentro de la camisa de uniforme. La menciono como la abuela pre-Castro porque 37 años después, cuando pudo salir de Cuba finalmente, era una persona llena de dolor y resentimientos que el régimen sabiamente, inculcó a los familiares de los “gusanos” como llamaba a quienes “se fueron a arrastrar a los yanquis”. Perder a su única hija y nietos además de aprender a vivir en la más absoluta pobreza, debió ser una experiencia que no sabría como enfrentar y resistir yo misma hoy día. Me duele aún su dolor de madre y abuela.

Miami nos recibió en 1960 con su característica amabilidad y una solidaridad admirable con nuestro pueblo cubano. Pueblo que llegó a engrandecer la ciudad con trabajo incansable y el aporte de su tesón y su cultura y ha transformado la comunidad que los acogió. El pequeño centro vacacional de la década de los cincuenta, es ahora una ciudad comercial, cosmopolita y de inversión llamada la “capital” o “puerta de entrada” al Caribe y América Latina. Allí estudiamos mi hermano y yo en colegios públicos mientras mis padres lograban aumentar el escaso capital de US$10 de la época con el que se tuvieron que enfrentar al exilio. Recuerdo esos años como de mucha nostalgia familiar y material, pero amable por todo lo que nos rodearon y nos hicieron sentir los muy queridos miamenses.

Un nuevo comienzo nos esperaba en octubre del 63 en Colombia y más exactamente en su ardiente capital petrolera, Barrancabermeja. ¿Qué recuerdo de esos primeros meses? El miedo, la diferencia cultural enorme, la amigdalitis mensual, la sensación de ser el patito feo y raro y la esperanza inmensa de regresar a Miami o a Cuba para no volver jamás.

Pero humanos adaptables somos, como humanos fueron muchos barranqueños que nos mostraron su lado amable, solidario y acogedor. Años después de aquel difícil comienzo, Barranca fue enseñándome el valor de las diferencias y lo hermoso de la tolerancia primero y la conquista después. Fui feliz allí aunque me tocó abandonar temporalmente la estabilidad lograda para enfrentarme a un internado de monjas en Medellín, otra experiencia maravillosa y enriquecedora. De Barranca conservo lindas amistades y recuerdos, de Medellín mucho aprendizaje y cariño. Pasé por siete colegios, un record que me iguala con un mal, inquieto o rebelde estudiante pero fui todo lo contario. La causa de los cambios era geográfica principalmente.

Me casé hace 53 años con un guajiro colombiano que conocí en Medellín y vivimos en Santa Marta casi dos años, en Valledupar cinco, en Barranquilla cinco y desde diciembre de 1983 soy santandereana porque así llaman aquí a quien pisa tierra de santander. Yo la pisé y me quedé feliz en esta ciudad amable y de clima mas agradable que todos los anteriores, de gente acogedora, servicial, trabajadora, de hablar recio y costumbres conservadoras. Aquí creció nuestra familia que ya nos abandonó para construir la propia pero seguimos aferrados con amor y gratitud a esta tierra seductora. Para ser justa y honesta, en Valledupar también me sentí en casa, en familia y fueron cinco años que recuerdo con inmensa gratitud y cariño.

Luego de haber vivido en este país durante 60 años, tengo que agradecer a Dios y a mis padres por esta decisión que me rodeó de las cosas que mas he querido y disfrutado en mi vida. Es innegable que el país natal se trae tatuado en el alma; sus costumbres, gastronomía, cultura, recuerdos, todo ello hace parte de tu sentir pero doy fe de que se puede también tener una patria adoptiva, a la cual se ama, se respeta, se defiende y se admira como la primera. Yo solía decir que era una cubana de ninguna parte, luego una colombiana nacida en Cuba y ahora me precio de ser una colombocubana de alma, corazón y vida! Nada me haría más feliz que ver y visitar a mi patria natal libre de la dura experiencia socialista y entregar el resto de mi vida a esta nación andina que merece también continuar libre y soberana.

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Juan D Ariza, Marleny Castillo Morales. y 24 personas más

miércoles, 20 de marzo de 2024

Mi cumpleaños 2024

 Hace unos días celebré mi cumpleaños con muchos mensajes cariñosos y lindos deseos de ustedes, que me llenaron de gratitud y felicidad. No sé por qué no aparecieron en el muro, haciendo más dispendiosa la tarea de revisarlos como mensajes de texto, pero me di un banquete de afectos que valoro enormemente.

Cumplir años a estas alturas del viaje de la vida es una cuestión de gratitud, reflexión y planeación. Las grandes celebraciones son placenteras, pero no indispensables ni necesarias siquiera. En ese orden de ideas, mi gratitud es primero a Dios, como testimonio de su acompañamiento maravilloso en las cumbres y los llanos, en los baches y los abismos de mi camino. Por su sabiduría en su guía y su paciencia en mis dudas; sé perfectamente que mis derrumbes han sido consecuencia de malas decisiones, de no escuchar o entender su llamado a enderezar el rumbo, y sé que mis éxitos y momentos de felicidad son el fruto de su mano en la mía dirigiendo mis decisiones sabia y amorosamente. Tuve que vivir mucho para entender esta verdad que ya no me deja sombras de duda.
Mi agradecimiento inmenso también se debe a mi familia. Es mi fortaleza, mi motivo para desear más días de cumpleaños, mi ánimo para persistir, la recompensa a mis desvelos, mi orgullo, mi luz para tomar decisiones a futuro, mi razón para emprender, para resistir, para aprender de nuevo. El regalo extraordinario de una nueva juventud que me permitió volver a montar bicicleta, patear un balón, tirar a la canasta, jugar escondidos, armar piñatas y soñar… lo pude vivir gracias a mis nietos. No tengo las palabras suficientes para expresar todo lo que significa mi familia, tan pequeñita como valiosa.
Mi vida de exiliada me alejó siempre de mis familiares más cercanos y amigos más queridos, mi motivo tal vez para dar un valor extraordinario a la familia. Fueron dos veces que abandoné los apegos en una lección que perdura: al salir de Cuba hacia Miami y luego de Miami hacia Colombia, donde también abandoné 5 veces las ciudades que me acogieron y ofrecieron un hogar con solidaridad y afecto. Una historia peregrina, fue la que me tocó vivir; pero el aprendizaje y la experiencia que sucesivas migraciones permiten, no tienen precio. Se aprende con dolor, pero creo que esa es la forma que tiene la vida para enseñar las lecciones más duras y que mayor crecimiento espiritual aportan. Mi agradecimiento también a todas las personas que me han querido, que me han enseñado, que me han colaborado laboral y socialmente; a todas aquellas que aparecieron en el momento oportuno, a quienes me han hecho sentir que son enviadas de Dios para arropar mi alma en momentos de dolor y pena y a las que han compartido con alegría mis alegrías.
Reflexiones, ¡muchas! Se repasa lo vivido, se evalúa el peso de la carga y su importancia, se valora mejor la oportunidad, la amistad leal y duradera, el apoyo recibido, el hombro incondicional; cambian las prioridades, se entiende mejor el significado de tu vida y su misión. Se comprende y se acepta el sentido de lo perdido y lo ganado; nada es casual, nada es gratis como tampoco nada es eterno. ¿He aprendido y servido lo suficiente? ¿He construido alguna huella perdurable? ¿Ha valido la pena para mis semejantes mi paso por el mundo?. ¿Cómo quisiera ser recordada? me pregunto y creo que no me alcanzará el resto de la vida para hacer de mi aquella persona que quisiera dejar en el recuerdo.
Me quedan todavía deseos por cumplir, sueños por realizar y tareas por resolver. Amo viajar y el mundo es más extenso que mis posibilidades, pero he conocido maravillas de la creación y de la inteligencia y pericia humanas. Culturas de las que he aprendido y me han deslumbrado. Paisajes y colores que no puedo describir, personas desconocidas que han dejado huellas. Cada día es más difícil compartir esos recorridos con hijos y nietos, todos juntos como me gusta, pero los recuerdos de las veces que lo hemos hecho los atesoro en mi corazón por siempre.
Siento que fui inferior a muchos retos; algunos que tal vez no me pertenecían y mi espíritu rebelde de exiliada me impuso. Durante muchos años vi venir lo que está viviendo el país hoy día y me sentía comprometida a compartir mis experiencias, tal vez para evitar volver a vivir la escuela de la migración o la desesperanza, tal vez creyendo inmodestamente que podía yo sembrar algunas semillas de precaución y previsión sobre lo que le espera a un país que se somete a la ilusión de la igualdad y de una vida mejor. Fracasé y me duelen profundamente mi inoperancia, mi falta de liderazgo y valentía para generar opinión y escarmiento.
El dolor del sufrimiento de mis compatriotas cubanos me golpea el corazón en un sentimiento de tristeza, solidaridad, angustia y desconsuelo, a la vez que agradezco a Dios y a mis padres por haberlo evitado para mi.
Consciente de que los valores éticos y morales son los pilares de una sociedad decente, humana y solidaria, me angustia mucho el escenario que le estamos heredando a nuestra descendencia. La destrucción de toda forma íntegra de conducta tal como la hemos conocido quienes vamos de salida, presagia formas tan agresivas de convivencia a futuro que no sabría cómo preparar a la niñez y juventud para afrontarlas con éxito. Me duele y me preocupa, pero no tengo herramientas más que algunos consejos para evitar que sucedan.
Tanto que pensar, tanto que compartir y tanto que decir en los años de arrugas y canas que revelan el tiempo vivido, sus alegrías y sus tristezas tanto mejor que si las intento expresar con palabras, me apuran a terminar estas cavilaciones agradeciendo de nuevo su compañía y manifestaciones en mi cumpleaños y confiando en celebrar nuevas fechas de todos y cada uno de ustedes

martes, 19 de marzo de 2024

Mi despedida a la Comisión Civil de la Verdad, Herbin Hoyos Medina

 Muy apreciados compañeros: he estado debatiendo conmigo misma, la continuidad en esta tarea patriota que comencé un día de 2019 de la mano altruista y sabia de Herbin Hoyos Medina. La tarea que nos propusimos, a través de la Comisión Civil de la Verdad, de desmontar las mentiras que eran aceptadas por la JEP a los subversivos, estaba dando frutos cuando El Señor decidió llevar a Herbin a disfrutar de un merecido descanso y el premio justo de la vida eterna muy cerquita de Él. 


A medida que los acontecimientos se precipitaban hacia un gobierno socialista, dimos pasos en diferentes direcciones para continuar trabajando por la democracia. En lo que a mi respecta, me propuse la tarea de rescatar mamertos compartiendo en redes, en reuniones y de uno en uno, mi propia experiencia de la llegada del comunismo a mi patria y por qué yo venía advirtiendo desde varios años atrás, que el camino que estábamos recorriendo nos conduciría a lo que hoy tenemos ya a cargo de nuestro futuro. Colombia recorrió el sendero ya previsto, de todo gobierno de izquierda que se toma el poder: Crear un conflicto (la guerra), señalar culpables (la derecha) y con la meta lograda del adoctrinamiento a los jóvenes, a los torpes, a los ilusos y a los menos favorecidos, les infundió esas emociones que tan bien manejan: el resentimiento y el odio. Esto ha sido un trabajo de muchos años que, para quienes lo habíamos vivido, fue un "déja vu" que no dejó detalle a la imaginación. 

Como este comienzo también lo conozco y (odio lo que voy a confesarles, pero lo hago porque es mi única razón para apartarme de esta encomiable tarea que se ha propuesto el grupo) debo reconocer que no le creo a un triunfo de la oposición en un gobierno de izquierda ya en el poder. No creo en las protestas, en las marchas, en las campañas en redes para el propósito de torpedear las reformas que, sabiendo el daño que le harán al país, tendremos que verlas pasar vía fast track, mermelada concentrada al congreso, intimidaciones, constituyente y cualquier cosa que se inventen para sacar adelante su misión que todos sabemos cuál es y además, que está respaldada por importantes organizaciones y capitales socialistas y globalistas que estamos lejos de poder emular. Me expuse suficientemente el año pasado liderando el grupo santandereano a pesar del disgusto de mi familia, con lo cual me gané amenazas que me mantuvieron cinco meses fuera del país. 

Considerando todo lo anterior, matizado con la poca fé que tengo en el logro del objetivo, con un sentimiento que no logro descifrar o más bien una fuerte disputa entre la razón y el corazón, me alejo de todo lo que signifique política y derivados. Muy probablemente salgamos del país durante el próximo semestre, para lo cual nos hemos venido preparando hace un año. Yo sé, yo sé lo que piensan y tienen razón: no debemos abandonar el barco que está naufragando, pero no tengo la fuerza, la decisión y la perseverancia que tuve antes y debo dar un paso al costado. Sería para mi de inmensa satisfacción, registrar los logros que Sinergia X Colombia llegue a tener; si yo hoy me expongo ante ustedes derrotada, no podría subestimar el trabajo que tan selecto y comprometido grupo pueda adelantar en favor de la democracia. Celebraré con ustedes sus éxitos y sus conquistas. Si algo creen que pueda aportar, puntualmente, cuenten con ello; les dejo mis datos de contacto al final. Mi oración, gratitud y afecto con ustedes. 

Silvia Artola y Roig. Celular 314-470-5252 y/o 786-301-8921. Mis correos: silvia2a@hotmail.com y gerencia@centralmotor.com.co       

A mi grupo primario: el trabajo que hicimos durante tanto tiempo creó unos lazos que considero indestructibles de cariño, respeto y solidaridad. De esa posición no me moveré un centímetro, siempre estaré para ustedes.

lunes, 22 de enero de 2024

Día del padre 2021 con sentimientos encontrados

 

Hoy ha sido un día raro. Sensaciones tan disímiles unas de otras, satisfacción y remordimiento, tristeza y compensación, duda, inseguridad y las preguntas del año: Qué hago yo aquí? Dónde debería estar? A dónde pertenezco?
Elena, mi única nieta hizo su primera comunión. Hace un año la teníamos a dos semanas de distancia cuando la pandemia obligó a su suspensión. Todo estaba listo, hasta la ilusión y la alegría pero hubo que aplazarlas y el día llegó, fue hoy. Justamente hoy.
Santiago mi nieto, el mayor, está en algún escenario del norte de la Florida jugando un torneo de Basquetbol, destacándose en el equipo, acompañado de sus papás y su hermanito. Justamente hoy.
Mi tía, la mayor de las paternas, se cayó esta semana, se fracturó la cadera y luego de una cirugía exitosa, fue trasladada hoy a un rehab home para completar su recuperación. También hoy, por supuesto. El día no elegido.
En esos tres escenarios hubiera deseado estar, pero fueron simultáneos; sólo podía asistir a uno y elegí el más doloroso. Me hubiese encantado aplaudir con entusiasmo a Santi luego de sus canastas que las vi en videos, ni siquiera en vivo. Durante un año me vi presente en la primera comunión de Elena, donde llevaría el mismo vestido de su mamá. Me hacía tanta ilusión verla recibir por vez primera a su papito Dios en su corazón! y por supuesto, no pude prever el accidente que se interpuso en los planes y los deseos. Y como cierre inesperado, justamente hoy, luego de esos tres eventos sucedidos, es el día del padre y yo estoy lejos de todos. El mío está en el cielo, pero tampoco estaré presente en la celebración del papá de mis hijos.
De todas las cosas bonitas que estaban pasando el fin de semana, elegí la opción triste, dolorosa, de acompañar a mi tía en estos momentos difíciles para ella. No tiene sino un solo hijo, abogado y eternamente atareado y nuestra relación siempre fue una de madre e hija. Su saludo cuando me vio aparecer en la puerta de su "celda de castigo" me convenció por segundos de que estaba en el lugar correcto. Un "mi amorrrr" emocionado y agradecido brotó de sus labios mientras me miraba a través de la niebla, la oscuridad y su degeneración macular avanzada.
Elegí sufrir, ya que verla a sus 92 años padeciendo los dolores de esas terapias que podrán ser necesarias pero muy poco compasivas me dolía tanto como a ella, solo que en un sitio diferente.
Como la vida manda, las capacidades son limitadas y la decisiones no siempre acertadas ni lo suficientemente generosas para complacer a todos, voy a participar en el cuarto evento que está por empezar, con una felicitación colectiva para los buenos padres de facebook, los familiares, amigos y conocidos. En momentos como los actuales, cuando son tan evidentes los cambios de valores en la juventud, quienes han desempeñado su papel paternal con sabiduría y amor responsable , merecen registrar el éxito de su misión en hijos sanos, prudentes, honestos, compasivos, exitosos y amorosos. Es mi deseo inmenso para todos esos padres, que el fruto de su cosecha les permita sentirse orgullosos, satisfechos y confiados en el futuro.
Felicitaciones papás; felicitaciones y gratitud para el mío que está en el cielo y para el de mis hijos que aún continúa en esa misión que es eterna y gratificante. Feliz día del padre 2021!

jueves, 18 de enero de 2024

Buscar en el lugar equivocado

 


Esta mañana me dijo una amiga que había estado buscando X cosa, en el lugar equivocado. ¡Si supiera el hilo de pensamiento que eso provocó en mi! lo elaboré hasta que entendí tantas cosas, entre ellas, algunos de mis fracasos.

Buscar en el lugar equivocado yo pensaría que es frecuente, porque cuando tenemos una necesidad, en lugar de pensar primero dónde encontrar lo que buscamos y por qué, salimos a explorar. A veces buscamos donde quisiéramos encontrarlo; otras veces donde creemos que debería estar. Deduzco que eso es empezar al revés.

No me refiero solamente a objetos físicos, a los cuales aplica también mi reflexión pero pienso en cuando buscas la verdad o quisieras afecto, comprensión, explicaciones, simpatía, orientación, benevolencia y hasta alguna palmadita de censura o solidaridad. Por dónde empezar? Busquemos donde la hemos encontrado antes; donde sabemos que hay alguien dispuesto a dar para ti, a compartir tu momento, a lo mejor hasta a perder su tiempo contigo. Busquemos donde no corramos el riesgo de equivocarnos porque el error podría ser importante o doloroso.

Gracias amiga porque hoy aprendí una lección para mi vida. Hoy sé que las cosas nos buscan mucho más de lo que nosotros las buscamos a ellas. Sólo debemos aprender a presentirlas y a ubicarlas, aprender desde el dónde y por qué salir a su encuentro. Allí las recibiremos y en la dicha del tropezón ¡no olvidemos las gracias a Cielo! Si hiciste las cosas bien, será un encuentro afortunado, sanador, aportante y muy. muy gratificante. Te dará respuestas, te apoyará para que te sientas tranquila, te hará pensar en cómo especializar próximas búsquedas y habrás terminado una tarea no muy prometedora disparando estrellitas de luz desde tu corazón.

No busquemos mas a la loca, cada vez debemos fallar menos. ¡Vamos directo a donde está el objetivo! así debamos aplazar el momento, el rastreo o el desplazamiento., pero vamos a llegar a donde es! sin tanta vuelta, sin caer y levantarse, sin la tristeza ni la desesperación.

Hoy no encontré yo lo que buscaba, pero no fue un día perdido, además, porque aprender, sigue siendo la mas noble de las tareas. Y a la próxima voy a la fija.



domingo, 31 de diciembre de 2023

Mensaje de fin de año 2023

 Me quedaron faltando muchas cosas por cumplir y otras por evitar, en el balance de este año que dejamos hoy atrás. Lo que pido siempre, lo más importante para mi, me fue concedido: la salud y el bienestar de mis hijos y mis nietos. Infinita gratitud por ello debo a aquel que me acompaña siempre, me indica el camino, me da la mano y me provee de oportunidades para tomar o para rectificar.

No logré mi deseo de evitar que el país cayera en manos de la izquierda, tal vez por desear con temor, por falta de fe, por no hacer un esfuerzo suficiente o porque ese es el destino que quiso la mayoría. Quiero proponerme hoy subsanar mi error y renovar mi fe en Dios y mi confianza en las buenas decisiones de los colombianos.
Quisiera alcanzar a ver la libertad de mi patria natal, lo que fue el deseo de mis padres y no lo lograron. Quisiera también ver la reconciliación de todos los mortales, que no se ha podido alcanzar en parte por las desigualdades, pero más aún, por aquellos líderes que basan su discurso en ellas para exacerbar sentimientos de odio y envidias irreconciliables. Si poseer bienes y dinero fuese el secreto de la felicidad terrenal, ya lo hubiésemos aprendido; poseer para ayudar y compartir es la fórmula que podría hacer de este mundo, el más parecido a lo que Jesús nos quiso enseñar a construir.
Siempre ha sido difícil para mi aceptar el hambre y el dolor de un niño, pero cada día que pasa es más duro también apreciarlos en un animalito. Cada vez entiendo menos la capacidad de dañar a otro ser, el hacerlo sufrir, causarle dolor y daños que muchas veces no se pueden reparar y afectan a una familia entera, diseñan una historia y dan ejemplo a una generación. Lamento que hayamos convertido este paraíso terrenal en un escenario de guerra, de confrontaciones y hostilidades. Todos somos iguales en lo invisible: los cadáveres lo confirman y aún así nos discriminamos y ofendemos o también, lo utilizamos para generar conflicto de clases que nos llevan a beligerancias inútiles y de larga duración. Pero, aunque el socialismo pretenda convencernos de lo contrario, no somos iguales en lo esencial: tenemos diferencias enormes en inteligencia, capacidades, aptitudes, intereses y en general, no podemos igualarnos para lograr una raza homogénea que sepa, quiera, sienta y logre lo mismo. Aún si todos fuésemos pobres, ricos, blancos, negros o amarillos, católicos, ateos o protestantes, no lo viviríamos de la misma manera. De allí parte para mi, lo imposible del discurso político que, dicho sea de paso, lo considero un cliché porque al final el propósito es muy diferente a lo que se quiere hacernos creer.
Pido al Creador de un mundo bueno, que nos ayude a honrar su voluntad y su ejemplo. Que podamos discutir sin agraviar, amar sin herir y poseer sin usurpar. Que nos vuelva a enseñar o nos permita recordar su mensaje y su sacrificio de amor y reconciliación para que lo glorifiquemos en nuestro ejercicio de vida comunitaria.
Pido a Dios, finalmente, un año 2024 que nos devuelva la paz en los corazones atribulados para que podamos expandirla, ésta sí, por todo el universo.
Un abrazo fraternal y afectuoso para toda la comunidad virtual con mis deseos por su felicidad.
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Marleny Castillo Morales., Gloria Mantilla de Bohorquez y 5 personas más